Dos hombres y un armario (Dwaj ludzie z szafa, 1958) de Roman Polanski, da cuenta de los inicios del director polaco que escribió y dirigió este corto cuando tenía 26 años, mientras estudiaba en la Escuela de Cine de Lodz. Gracias a este trabajo obtuvo varios premios internacionales y en su momento se convirtió en uno de sus cortometrajes más populares. Desde aquí se nota ya la influencia de la corriente surrealista en su obra. Por ejemplo, la escena del pescado sobre el espejo con el reflejo de las nubes flotando alrededor.
Dos hombres salen del mar acarreando un anacrónico armario y se dirigen con él a la ciudad. Allí, el miedo y el rechazo a lo desconocido les hará presenciar un auténtico rosario de miserias y violencia con la que es capaz de reaccionar la sociedad frente a lo que es desconocido, lo que es diferente. La película comienza como un homenaje al cine mudo convirtiéndose poco después en un alegato contra la intolerancia, el egoísmo, la hipocresía y los prejuicios, que acaban haciendo que los dos hombres se retiren al sitio de donde vienen (el mar) decepcionados de su experiencia.
VSM (@SofiaSanmarin)