“Cuando miramos la imagen de nuestro propio futuro proporcionada por los viejos no lo creemos: una voz interior absurda susurra que eso nunca nos llegará. Cuando eso ocurra ya no seremos nosotros mismos a los que les sucede”, sentencia Simone de Beauvoir en La vejez (La Vieillesse, 1970), libro en el que la autora francesa aborda la incredulidad fundamental con la que consideramos la vejez. Ésta es algo que sucede, eso es cierto, pero sólo le ocurre a otras personas. Eso es lo que pensamos ingenuamente por miedo o vergüenza. El problema fundamental que tenemos con la vejez es que, desde jóvenes, hemos visto la marginación que padecen los ancianos; personas arrinconadas y silenciadas que ya no forman parte del cruel mecanismo que rige al mundo moderno: el progreso económico y la productividad material.
En Aquí sigo (2016), el director y cinefotógrafo mexicano, Lorenzo Hagerman, nos muestra que esta incredulidad o temor nunca ha estado presente en la vida de varios ancianos que desde jóvenes asumieron con alegría, gracia y sabiduría las arrugas y cicatrices del tiempo. Después de varios meses de investigación en diversas regiones de América, Europa y Asia, Hagerman y su equipo de producción encontraron a las personas adecuadas para entrevistarlas: ancianos mayores de 90 años que, con muy buena salud y memoria, comparten sus experiencias de juventud, el amor por sus familiares, la importancia del trabajo, el entusiasmo de estar en contacto con la naturaleza, la vitalidad del baile y la música, la serenidad de la pesca o la práctica de algún deporte. El director dibuja la vejez de una forma positiva –pero sin manipulaciones, trucos narrativos o complacencias– y no pierde de vista que esta etapa del ciclo humano es un proceso individual que se vive en un contexto determinado y un entorno social específico. Es por ello que en pantalla vemos la vida urbana en Barcelona, las costas de Okinawa, la zona montañosa de Peña de Bernal, los fríos bosques de Montreal, las calurosas colinas de Cerdeña y la parsimonia de la península de Nicoya. Aquí sigo es un mosaico diverso –cuyas viñetas son conectadas congruentemente mediante el notable trabajo de montaje de Hagerman y Faleg Pages– en el que la geografía juega un papel fundamental para comprender cuáles son las dinámicas que los personajes mantienen con los espacios que habitan y de qué manera afectan sus largas rutinas de tiempo libre, pero el director le otorga preponderancia a la simpatía y franqueza de sus entrevistados para entregar un bondadoso filme sobre la dignidad humana.
Fecha de estreno en México: 17 de agosto, 2017.