Ve aquí nuestra entrevista con el director, Martín Rejtman
En un tono de humor seco, en el que el absurdo neutraliza el drama, no presenciamos tanto una historia como un retablo con Mariano (Rafael Federman), un chico de 17 años, como figura central, y su familia acompañándolo. El joven baila y, en la siguiente secuencia, la segunda del filme apenas, se pega dos tiros –uno en la nuca, otro en el estómago–, pero falla. No ha muerto y ahora resguarda una bala en el cuerpo. Su vida post casi mortem se adivina muy similar a la que no vemos, a su anterior, en la que las conexiones con su familia se ven desgastadas y su existencia, monótona.
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Fecha de estreno en México: mayo 1, 2015.