Bodi es un apacible y joven mastín que vive en una aldea situada en una montaña de nieve y poblada mayoritariamente por ovejas. El padre de Bodi, Khampa, se encarga de proteger a las ovejas de los peligrosos lobos que acechan fuera de la aldea y considera que su hijo debe seguir sus pasos. Sin embargo, el joven desarrolla una obsesión con la música después de escuchar en la radio a Angus Scattergood, una famosa estrella de rock. A partir de ese momento, Bodi decide salir de su pueblo y viajar a la ciudad para convertirse en músico.
Aunque la animación de Rock Dog (2016) –que se basa en el uso de enormes figuras cuadradas y rectangulares como base de los cuerpos de los personajes para dar la sensación de solidez y pesadez de las criaturas– no luce tan brillante y atractiva como algunas otras películas animadas pertenecientes a los grandes estudios (Disney, Pixar, DreamWorks, Illumination Entertainment), el director Ash Brannon (Toy Story 2, 1999) compensa esta carencia con una serie de mensajes bienintencionados en torno a la confianza en uno mismo para perseguir sus sueños y la valentía necesaria para salvar a un familiar o un amigo cuando éste se encuentra en peligro. Basada en Tibetan Rock Dog –la novela gráfica escrita e ilustrada por el artista chino, Zheng Jun–, el filme es una noble comedia sobre la manera en que la música puede despertar la creatividad. Sin embargo, la trama carece de ingenio y se siente como una extraña –y deficiente– mezcolanza entre elementos y situaciones que Ratatouille (2007) y Kung Fu Panda (2008) trataron anteriormente.
Fecha de estreno en México: 3 de marzo, 2017.