El expresionismo alemán es uno de los estilos más reconocidos del cine mudo, aunque en ocasiones puede ser difícil definirlo. El Expresionismo es una línea artística que apareció primero en la poesía y en las artes visuales a principio del siglo XX; después de la Primera Guerra Mundial, también se ocupó en el teatro, la arquitectura y el cine. Ofreciendo una representación subjetiva del mundo, el Expresionismo desciende de la Alemania del Romanticismo y revela la angustia del hombre através de su distorsionada y pesadillesca visión de la realidad.
En el cine, el Expresionismo es asociado con los sets inclinados y casi imposibles: angulosos y con sombras profundas. Para describir el alto contraste de estas escenografías de luz y oscuridad, se usa constantemente el término italiano chiaroscuro, pero la crítica de cine alemana Lotte Eisner prefiere un término en su propia lengua: helldunkel, que ha definido como ‘una suerte de crepúsculo del alma alemana, expresándose en interiores sombríos y enigmáticos, o en paisajes brumosos e insustanciales.’
El Expresionismo Alemán floreció después de las horrorosas batallas de la guerra, y las devastadoras consecuencias que esta tuvo sobre la economía. Hay algunas películas que pueden describirse como ‘Expresionismo Alemán Puro’, como la célebre El Gabinete del Dr. Caligari (1920)’, pero mientras el movimiento prosperaba durante los años de Weimar (1919-1933), se diluyó y mezcló con otros estilos, incluyendo la Neue Sachlichkeit (la Nueva Objetividad) de filmes realistas callejeros. Estas variaciones prevalecerían por décadas en los afilados ángulos y las sombras del cine noir clásico.
Destino (1921) de Fritz Lang, por ejemplo, contiene muchos elementos expresionistas, pero como bien dice Eisner, el filme incluye muchos otros estilos, convirtiéndose en una parodia de esta corriente. Si desean experimentar la experiencia del alcance de los filmes Expresionistas Alemanes, aquí hay algunos ejemplos clásicos, hechos por artistas que se apodaban a sí mismos ‘adolescentes apocalípticos’ y cuyas oscuras visiones continúan atormentando al cine.
El Gabinete de Dr. Caligari, dirigida por Robert Wiene, 1920
De la Mañana a la Medianoche, dirigida por Karl Heinz Martin, 1922
El Golem, dirigida por Paul Wegener y Carl Boese, 1920
Nosferatu, dirigida por F.W. Murnau, 1922
Sombras, dirigida por Arthur Robinson, 1923
Las Manos de Orlac, dirigida por Robert Wiene, 1924
El Hombre de las Figuras de Cera, dirigida por Paul Leni, 1924
Varieté, dirigida por E.A. Dupont, 1925
El Estudiante de Praga, dirigida por Henrik Galeen, 1926
Metropolis, dirigida por Fritz Lang, 1927
[Trad. Viera Khovliáguina]
Fuente. BritishFilmInstitute