Filmes de Disney basados en inquietantes historias
Aquí puedes leer nuestra reseña de Maléfica
Para aquel que haya visto Maléfica (2014) con ojos de adulto, es probable asociar la escena, donde la reina de las hadas es despojada de sus alas por su traicionero amante, con una especie de violación; un acto que desata la angustia y dolor del personaje interpretado por Angelina Jolie cuando descubre que ha sido mutilada y despojada de sus alas. En Femamom, Hayley Kirscher escribió que Stefan (interpretado por Sharlto Copley) “no la mata, sino que la viola al restarle su capacidad de volar”. Una sugerencia que afectó a algunos lectores que consideraron esta postura como simplista y ofensiva. No obstante, en una entrevista con BBC Radio Hour, la actriz confirmó que tanto la guionista, Linda Woolverton, como ella, tenían eso en mente:
Estuvimos muy conscientes, la guionista y yo, que era una metáfora de una violación
A raíz de la declaración de Jolie, habría que considerar que el tema de la violación está presente en un cuento de hadas para niños. Sin embargo, esto no debería de escandalizar a quienes no lo ven así, pues en sus orígenes, la historia de La bella durmiente (la primera versión escrita en 1634 por Giambattista Basile) es sobre el abuso sexual que sufre una joven, e incluso, el filme de Disney de 1959, que retoma la versión de Charles Perrault, incluye la escena de una joven que es besada, sin su consentimiento, por el príncipe quien ejecuta esta acción mientras ella yace en un estado de inconsciencia permanente.
Incluso, podría argumentarse que la maldición central de La bella durmiente –la sentencia de que, en su decimosexto cumpleaños, la princesa se pinchará el dedo y caerá en un profundo sueño– es una alegoría de la violación, un elemento salvaje, misterioso e inapropiada que constituye la imagen del sueño y que le otorga a los cuentos de hadas un poder permanente. Cuando la princesa es una niña está a salvo. Pero tan pronto como se llega a la madurez sexual, será penetrada. Habrá sangre y dolor y caerá en una muerte en vida. Si aceptas la idea de que los cuentos de hadas son historias de mujeres el “se pinchará el dedo” es una forma muy efectiva para hablar de cómo el abuso sexual (o el sexo y el matrimonio en las sociedades fuertemente patriarcales donde las mujeres no tienen la oportunidad de elegir a sus parejas) puede sentirse como el fin de la vida de una mujer.
En los cuentos de hadas siempre ha existido la intención de exhibir los horrores, a veces con la inclusión de una moraleja, o en otras, su único propósito es recordarle a los niños que el mundo es un lugar peligroso.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: Indiewire