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Cuando quieres estar realmente asustado, tienes que tener un pensamiento muy privado. Tienes que pensar qué es lo que físicamente te pone muy incómodo, qué es lo que te molesta de una manera primaria. Miré las obras de varios pintores, y la que me atrapó fue la de Francis Bacon, principalmente esos tres cuellos carnosos con las mandíbulas de fuera. El salvajismo de aquella imagen fue lo que me motivó.
- Ridley Scott, director de ‘Alien’.
En 1944, uno de los años más devastadores de la Segunda Guerra Mundial, Francis Bacon pintó Three Studies for Figures at the Base of a Crucifixion (Tres estudios para figuras en la base de una crucifixión). Con este tríptico –que representa criaturas vagamente antropomórficas retorcidas debido a la angustia y el horror de la guerra–, el artista británico nacido en Irlanda estableció su reputación como uno de los pintores figurativos más importantes de Inglaterra y un cronista despiadado de la condición humana. Durante los años siguientes, ciertos temas inquietantes se repitieron en la obra de Bacon: retratos desencarnados, casi sin rostro; cuerpos destrozados parecidos a cadáveres de animales; imágenes de figuras que gritan; y versiones crueles de la Crucifixión. Aunque era un hombre abiertamente irreligioso, Bacon veía la Crucifixión como una “magnífica armadura” desde la cual se podía suspender “todo tipo de sentimiento y sensación”. Este elemento, claramente religioso, le permitió al artista evadir el contenido narrativo –incluso él despreciaba la pintura como simple ilustración– y concentrarse en la evocación emocional y perceptiva. Además, el uso persistente del formato tríptico (también tradicionalmente asociado con la pintura religiosa) fomentó la disyunción narrativa en sus obras mediante la separación física de los elementos que las componen.
Francis Bacon, Three Studies for Figures at the Base of a Crucifixion, 1944. Óleo y pastel sobre madera. Tate Modern, Londres.
La pieza fue elaborada en el curso de dos semanas, en 1944, en el piso de la planta baja de un eficio ubicado en Cromwell Place número 7, en South Kensington, que había sido el estudio del artista John Everett Millais. Durante el día, la sala de billar sirvió como estudio de Bacon; y en la noche como un casino ilícito. El título de este tríptico se refiere a figuras representadas al pie de la cruz en pinturas religiosas. Más tarde, Bacon declaró que estuvo influenciado por su lectura del drama salvaje de Esquilo, La Orestíada, que narra la historia de la maldición de la casa de Atreo y la persecución de las Euménides, furias vengativas de la mitología griega que también eran conocidas como Erinias. Estas criaturas no tienen ojos sino sólo bocas abiertas y silenciosas, pero hambrientas. La criatura de la izquierda, sentada en una mesa es la más cercana a la figura humana. Esta forma doblada, con sus hombros blancos encorvados, sus brazos caídos, malformados y la cabeza inclinada coronada por un mechón de pelo oscuro, podría estar esperando su fin. En el panel central, la bestia hace muecas con su boca y dientes que se sostienen por su cuello alargado; es vendada con un paño blanco y se asemeja a un pájaro grande sin alas. La figura de la derecha parece tener la mayor parte de su cara superior faltante. Su cabeza está echada hacia atrás, su boca abierta para revelar sus dientes, como si estuviera en los puños de algún espasmo orgásmico bestial. Las cabezas de las tres figuras apuntan hacia abajo, mientras que el fondo naranja puede aludir a las paredes de una habitación, un espacio cerrado. El estado de ánimo que prevalece es el del aislamiento sombrío y la angustia violenta. Bacon construye una obra sobre la desesperación existencial.
Three Studies for Figures at the Base of a Crucifixion. Panel derecho [detalle].
El artista gráfico y escultor suizo, Hans Ruedi Giger (1940-2014), que colaboró de manera muy estrecha con el realizador británico, Ridley Scott, en la concepción y elaboración de Alien (1979), señaló que, además de su pintura Necronom IV, la primera influencia para desarrollar el icónico monstruo cinematográfico fue precisamente Three Studies for Figures at the Base of a Crucifixion: “Fue la obra de Francis Bacon la que me dio la inspiración. El personaje parece que desgarra la carne del hombre con su boca abierta y una explosión de dientes... es puro Bacon”.
Dentro del universo de Alien, existe el Chestburster, la forma infantil de la especie Xenomorfo y la tercera etapa de su ciclo de vida. Es más conocido por su horrendo método de gestación; se implanta en la cavidad torácica del cuerpo del anfitrión mediante el ataque del Facehugger, al madurar, la pequeña criatura saldrá violentamente del pecho del anfitrión, matándolo de una manera increíblemente sangrienta y traumática.
Giger explicó cómo la pintura de Bacon influyó en el diseño de Chestburster:
Ridley Scott me pidió que hiciera algo basado en una pintura de crucifixión de Francis Bacon, en la que lo único que ves es una boca y algo de carne detrás. Quería algo así como una criatura que pudiera entrar en el estómago o salir de él.
Visualmente, Alien refleja muy bien las percepciones visuales y conceptuales de Bacon, cuyo interés por las emociones puras y primordiales estaban en el primer plano. Al igual que en Head I y Head II, y del mismo modo, en Three Studies for Figures at the Base of a Crucifixion, la “voz” de los sujetos es estridente, llena de dolor, un dolor tan fuerte capaz de introducirse a la cabeza del espectador. Los sujetos no tienen ojos, sólo oídos y boca, el elemento principal del grito, la expresión del dolor, de hecho implementado por las orejas. Al hacer esto, y colocarlos en casi siempre fondos monocromáticos, Bacon “purifica” a sus personajes que expresan la esencia del dolor y el sufrimiento. El horror que manifiestan los sujetos de Bacon, es el miedo atroz y visceral de los astronautas de Scott, seres que han sido víctimas de una poderosa “violación” ejecutada por las criaturas que se introducen en sus cuerpos.
Francis Bacon, Head I, 1948. Museo Metropolitano de Arte, Nueva York.
Francis Bacon, Head II, 1949. Museo Ulster, Belfast.
TEXTOS CONSULTADOS:
- Giger’s Necronomicon II, escrito por H. R. Giger (1992).
- Francis Bacon and the Loss of Self, escrito por Ernst van Alphen (1992).
- The Culture and Philosophy of Ridley Scott, escrito por Adam Barkman, Ashley Barkman y Nancy Kang (2013).
- Alien, escrito por Roger Luckhurst (2014).