Construir tensión es un trabajo de tiempo completo en la cinematografía de David Fincher (Fight Club, 1999); especialmente mediante los colores. Él sin duda utiliza los colores complementarios de los que se han escrito innumerables artículos, pero sus momentos más efectivos se encuentran cuando explota las posibilidades de las discordancias.
Studio Binder analiza las yuxtaposiciones coloridas de Fincher no sólo como un mecanismo que funciona para la identificación de instintos psicológicos, sino para explicarle a los cineastas cómo usar ciertas combinaciones en escenas específicas.
Construir tomas significativas no se trata únicamente de encuadre, luz y profundidad. La posproducción y la corrección de color tienen, normalmente, mucho más poder. Averiguar cómo reunir todos estos elementos de manera efectiva en cada una de las tomas de la película, es uno de los mayores retos para cualquier cineasta. Fincher logra hacernos dudar sobre lo que está apunto de ocurrir sólo mediante el uso de un azul vibrante en el fondo. Juega con nuestros nervios mediante el color.
Trad. EnFilme
Fuente: Film School Rejects