Basado en la novela de Emily Brontë, Cumbres borrascosas (Wuthering Heights, 2011) es un lúgubre relato sobre el amor frustrado, la rivalidad entre hermanos y la venganza dirigido por la cineasta inglesa, Andrea Arnold (Fish Tank, 2009). El filme sigue a un hacendado procedente de los desolados páramos de Yorkshire que, al visitar Liverpool, se encuentra en la calle con un muchacho indigente llamado Heathcliff y decide adoptarlo y llevarlo consigo a su mansión. Pronto se establece una relación amorosa de carácter obsesivo entre Heathcliff y Catherine, la hija de su protector.
En la ausencia de palabras, Arnold infunde su película con formas alternativas para retransmitir significados. Ella intrincadamente teje un gran número de motivos visuales y auditivos. Uno de ellos es la música; Catherine Earnshaw canta al menos en cuatro escenas separadas, mientras otros personajes también incursionan en el canto. En total, hay casi una docena de presencias musicales (diegéticas) en la película de Arnold. De hecho, las letras cantadas son, con mucho, las líneas más largas de “diálogo” que cualquier personaje tiene en esta película. Por lo tanto, no es una exageración decir que, el filme de Arnold tiende a una esencia musical.
Este videoensayo editado por el equipo de Filmscalpel trata de evidenciar esa tendencia de Andrea Arnold hacia lo musical en Cumbres borrascosas al aislar la mayoría (no todas) de las canciones de la película y utiliza ese material para encender este romance barrido por el viento en un musical. El ensayo utiliza las mismas técnicas de edición al igual que Arnold, saltando libremente entre diferentes períodos de tiempo en la historia y conectando escenas e imágenes en la base de paralelismos visuales y tonales, es decir, las canciones y las imágenes utilizadas han sido ampliamente reorganizadas para cumplir con su propósito.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: Filmscalpel