La película parte de la premisa –quién sabe si sea cierta– de que existe un tipo de asesino a sueldo que estudia todos los movimientos de la víctima en su rutina diaria para ejecutar el trabajo y hacer que parezca una muerte accidental.
Bajo la dirección de Jennifer Yuh, responsable primaria de la historia de la primera película, y con prácticamente el mismo equipo de trabajo, Kung Fu Panda 2 mantiene de manera bastante avante el sello que tanto redituó en taquilla y gustó al público hace dos años.
Con una agridulce ironía posible sólo a través del arte, Pablo Larraín utiliza ese cuerpo, hediondo y abyecto, para hacer una hermosa pero cruel metáfora del Chile de ese periodo en Post Mortem (2010).
No es difícil que este Viernes Santo tu tía quiera sentarte a ver Los diez mandamientos. Así que permítenos proponerte diez películas piadosas que definitivamente nadie transmitirá este fin de semana –al menos no en tele abierta.
El cine de Werner Herzog funciona bajo premisas maquiavélicas: los filmes cobran más importancia que su vida y la de sus actores. Como director enfrenta los retos de producción de manera impulsiva, arriesgada y valiente; casi igual que sus personajes de ficción se oponen a la adversidad.
Un hombre y su mujer viven tranquilamente en una cabaña de madera en el bosque, cuando dos bandidos se acercan dispuestos robarles. El hombre tendrá que echar mano de toda su astucia e ingenio creativo para defender sus pertenencias, y bajo estas circunstancias, un pollo bien puede servir de arma.
Seth Rogen en el protagónico luce y habla como siempre, Jay Chou parece no conocer el termino “expresión”, Cameron Diaz pasa de noche y el gran Christoph Waltz, el mismo que cautivó a la critica por su interpretación del Coronel Hans Landa en Inglourious Basterds (2009), termina por ser un muy mal chiste de...
Aunque la trama parece simple, Enredados es un musical y a la vez una atípica película de princesas. A pesar de estar basada en un cuento de hadas, está llena de aventura y acción; el ritmo y la narrativa te mantienen atento a lo que sucede en el filme; además es muy divertida.
Por principio de cuentas, la historia es conmovedora sin ser cursi, alegre y ligera sin caer en el chiste fácil, comprometida con la realidad social sin rozar siquiera el panfleto, con referencias dramáticas largamente explotadas (como Edipo) presentadas bajo una nueva luz.
Thomas Vinterberg delinea un drama social en las capas sociales más vulnerables de Copenhague. Enclaustra a los personajes en las consecuencias de los actos de sus padres y, aún sin ofrecer salida, sabe darles un poco de esperanza.