La médula de la historia la constituye el Top 5 que Rob Gordon hace de sus finales de relación de pareja, a raíz de su última ruptura con Laura (Iben Hjejle). Rob está en crisis, recapitula sus amoríos, lidia con sus compañeros de trabajo y hace alarde de sus excelsos gustos musicales.
Once de las doce canciones atemporales pertenecen a los géneros de folk, soul, pop, rock o de orquesta. El doceavo es una versión punk a la Sex Pistols de Bob Dylan “Desolation Row”, a cargo de My Chemical Romance, la única canción que a mi parecer desentona en esta colección.
Con todo y sus éxitos algo desgastados, el disco es bueno, pero no se le puede tomar como una propuesta seria y justo esa parece ser la intención por el tono cómico, crudo y satírico de la película.
En No, Alfredo Castro volvió a las filas de los secundarios y el protagónico quedó a cargo de Gael García Bernal, quien interpreta a René Saavedra, un publicista que pasó de diseñar campañas comerciales para vender refrescos a cambiar la historia de un país.
Richard Harmon es hijo de una pareja de la industria cinematográfica, su padre es director de cine y su madre productora. Por lo que desde pequeño coqueteó con la idea de convertirse en intérprete.
Un zoológico en casa En Un zoológico en casa, Benjamin Mee pierde a su esposa y debe cuidar a sus dos hijos: a Dylan, un adolescente conflictuado, y a la pequeña Rosie. Para lograrlo decide cambiar radicalmente sus vidas y llega a una casa que parece perfecta, pero viene acompañada de un zoológico. Una historia...
La música rock incursionó en el cine en 1955, cuando la canción “Rock Around the Clock”, de Bill Haley y sus Cometas (Bill Haley & His Comets), sonó en los créditos iniciales de Semilla de maldad.
Will Lovelace y Dylan Southern, ambos ingleses y estudiantes de Medios y Cine en Liverpool, llevan más de diez años dirigiendo videos de diversos grupos musicales. Su trabajo les permitió hacer un documental del reencuientro de Blur: No Distance Left to Run.
Antes que cualquier otra cosa, es imperante decir que Gruff Rhys es un tipazo. Lo mismo es cierto de Dylan Goch. Ambos directores de Separado!, más que un documental un experimento fílmico muy ad hoc con la personalidad iconoclasta de Rhys.