Un espeluznante caso real abordado con una narrativa experimental; una especie de Romeo y Julieta, con ella nada afectada y modosita, sino fiera y beligerante; y el director argentino filmando en México otra propuesta desafiante, opaca e intransigente.
Michel Franco pone a convivir a una familia que no tiene aptitudes emocionales para hacerlo y lo hace enfatizando los espacios cerrados, pese a que se encuentran a unos pasos del mar. El encierro va sacando el peor lado, el más vulnerable y frágil de cada integrante.