Año bisiesto de Michael Rowe se identifica en cuanto al contenido, por el tema del sexo como producto del ocio; en lo formal, por las secuencias de larga duración sin actividad relevante.
Después de haberse envuelto en una atmósfera sadomasoquista en Año Bisiesto (2010), Sánchez Parra interpreta a un personaje que disfruta explotar físicamente a una mujer. Con su representación de la pasión, la inocencia, provoca sensaciones tan contradictorias como las que interpreta.