Hirokazu Kore-eda es un convencido de la esperanza implícita en el devenir de la vida. Ha reiterado en su obra que mañana -con un poco de fortuna- todo puede llegar a prosperar.
Hacer reír, lo sabemos bien, es cosa seria. No cualquiera lo logra y, hacerlo bien, con inteligencia, exige mucho talento y buen control de todos los aspectos de la producción cinematográfica.
La guerra de clases es uno de los temas presentes (muchas veces siendo incluso la columna vertebral de los relatos) a lo largo de su obra fílmica, retratada con humor ácido pero también con aguda profundidad.
Este vdeo trenza hábilmente la obra de Mia Hansen-Løve con la sombra que sobre ella tiende la figura del genio sueco, como a manera de homenaje (con todo y algunas punzantes críticas) lo hace el filme de la francesa.
El satírico adoctrinamiento a través de filosofías del bienestar en un internado ¿británico?; la única mujer que no perdió la cabeza a manos de Enrique VIII; y el infausto secuestro de un niño judío a manos del Vaticano en el siglo XIX.
Un drama sobre el Holocausto, pero que nada tiene de convencional el que entrega el británico; y el turco, conjura otra obra de amplias dimensiones, plagada de diálogos a través de las que expresa profundas reflexiones acompañadas de planos hermosamente retratados de los paisajes de su adorada Anatolia.
En esta lista de filmes que celebran su medio siglo hay varias obras influyentes y definitivas del cine británico, algunas reconocidas así en su tiempo, otras que han crecido en estatura durante estos años.
Una obra suprema de humanismo que entendido en toda su complejidad, reconoce que en el encontrar un genuino equilibrio entre los distintos modos de vida que cohabitamos el planeta, se juega el futuro de nuestra especie.
No es Bardo (o falsa crónica de unas cuantas verdades) ni la obra maestra que algunos quieren postular, ni el fiasco rotundo que otros desean sentenciar. Bardo conjura momentos geniales, otros de honda profundidad y unos más de una autocomplacencia feroz.
Es un compendio de las creaciones de Lynch, arrojando luces que brillan en los rincones oscuros de su mundo único, dando al público una mejor comprensión del hombre y el artista.
Hoy que se cumplen 6 años del regreso de Bowie al Espacio Exterior, recuperamos estos trabajos que nos muestran de cerca aspectos que pocas veces se han visto.
Martel creó THE PASSAGE, una instalación cinematográfica que explora las fronteras de su propia obra y el arte del filme, trabajando con imágenes calientes, reflejos y presencias espectrales misteriosas.
Situado en Sicilia, su relato de nostalgia, drama y prosperidad que es Il Gatopardo se desarrolla a lo largo de los años finales del Resurgimiento italiano.
Un drama ambientado en el siglo XVII que cuenta la historia de Benedetta Carlini, una monja visionaria cuya ascensión al poder fue frustrada cuando las autoridades de la iglesia descubrieron pruebas de su romance con otra monja.
«Jane Campion | Articulating Desire», elaborado por Will Webb, se concentra en la representación y articulación del deseo en la obra de la directora neozelandesa.
Además del diluvio universal -aquella lluvia torrencial enviada por el Dios iracundo del Antiguo Testamento para exterminar a la humanidad y permitir la renovación y regeneración-, la otra función mitológica primordial de las aguas es el bautismo. Éste, dentro del pensamiento cristiano, es una...
«Chiaroscuro Lighting in Film: Balancing Cinematic Light & Darkness», de StudioBinder, rastrea las raíces de la iluminación de claroscuro desde Caravaggio hasta la cinematografía actual.