The Substance nos invita a cuestionar los extremos a los que estamos dispuestos a llegar como sociedad para satisfacer la mirada heteropatriarcal, que explota, consume y descarta los cuerpos femeninos una vez que alcanzan su fecha de caducidad
A 30 años de aquel despropósito del jurado, en el que le otorgaron la Palma de Oro a Pulp Fiction de Quentin Tarantino, por encima de Tres Colores: Rojo, esa obra maestra del genio Krzysztof Kieslowski, esperemos que una vez más el jurado presidido por un estadounidense, no vaya a concretarse otra...
Se entregaron los premios Yusr a los ganadores de la 3a edición del Red Sea International Film Festival en una ceremonia a la que asistieron estrellas de Hollywood como Nicolas Cage, Gwyneth Paltrow, Halle Berry, Andrew Garfield, Adrien Brody, Jason Statham y la española Paz Vega.
Un filme argentino encabeza el listado de esta prestigiada publicación francesa que fue fundada por Godard, por Bazin y por Truffaut, que hace un par de años sufrió un convulso cambio de dirección editorial.
El RSIFF se ha convertido en un protagonista dentro del calendario de los mejores festivales alrededor del mundo, ciertamente el más relevante de su región, siendo la plataforma ideal para proyectar lo mejor del cine de esa región.
Filmes que, también llevaban a su máxima expresión en pantalla la derrota del amor, ese agridulce sabor (generalmente más agrio que dulce) que deja el ver que una relación no puede consumarse, incluso si es por el propio bien (¿será?) de sus involucrados.
Debido a que no habrá estrellas hollywoodenses en las alfombras rojas debido a la huelga de escritores y actores en Estados Unidos, sobran los grandes nombres de directores en esta edición del festival
Kaurismäki a su más puro estilo, pero ahora también atajando el tema de la guerra en Ucrania; Todd Haynes en otro drama complejo con Julianne Moore en el que el deseo sexual obliga a pagar consecuencias; y Justine Triet arma un envolvente misterio alrededor de un posible asesinato.
Un drama sobre el Holocausto, pero que nada tiene de convencional el que entrega el británico; y el turco, conjura otra obra de amplias dimensiones, plagada de diálogos a través de las que expresa profundas reflexiones acompañadas de planos hermosamente retratados de los paisajes de su adorada Anatolia.
Si bien las obras de teatro de Shakespear son múltiples y abundantes, tanto en su forma escrita como filmada, acceder a las obras puede resultar una especie de desafío...
La calidad muchas veces está peleada con la taquilla, sobre todo en el mercado estadounidense. Scorsese, PT Anderson, Tarantino, Cuarón, Jarmusch, Lynch, Spielberg, y muchos más lo han comprobado.
Momentos cruciales en filmes cuando el surgimiento de una rola de Bowie en la trama ha elevado el instante para hacerlo trascender; de Wes Anderson, a Lynch, a von Trier, Leos Carax así se han ayudado.
Bowie habló cándidamente sobre su persona artística, sus orígenes, las drogas, el caos pero, particularmente, sobre los alcances "inimaginables" del internet, con el legendario periodista británico.
Obras no tan conocidas de directores como Michael Haneke, Apichatpong Weerasethakul, Lynne Ramsay, Roy Andersson, Nuri Bilge Ceylan y Andrey Andrey Zvyagintsev, entre otros.
Además de las adaptaciones de un par de sus libros, y muchísimas apariciones en televisión, Annie Ernaux presentó este año un documental que codirigió con uno de sus hijos recopilando filmaciones caseras familiares.
Una soberbia directora de orquesta en desgracia, un incendiario drama con tintes racistas sobre familias de inmigrantes en los suburbios parisinos y un par de jóvenes canibales enamorados en el segundo día veneciano.
Una nada insignificante porción de los filmes británicos de autor del 2002 han perdurado en el gusto de las audiencias en las dos décadas que han transcurrido.
Mientras un tren en movimiento -particularmente uno que se dispone a entrar a un tunel- largamante ha simbolizado al sexo, las estaciones de tren han hospedado historias de frustración sexual.
Cómo carambas es que se consiguió dar un efecto tan real al momento, cómo es que Cuarón, Lubezki y su equipo consiguieron ese triunfo auténtico de virtuosismo técnico en una sola toma, ¿sin cortes?, y sin “green screen”.
Es un compendio de las creaciones de Lynch, arrojando luces que brillan en los rincones oscuros de su mundo único, dando al público una mejor comprensión del hombre y el artista.
Entonces disruptores, estos filmes han sido dejados muy por detrás en términos visuales por los galopantes avances tecnológicos, pero merecen ser recordados como mucho más que simples piezas de museo.
Quizá la última gran estrella de Hollywood, además ha trabajado con grandes directores como Martin Scorsese, Brian De Palma, Stanley Kubrick, Steven Spielberg, Michael Mann yPaul Thomas Anderson
Kore-eda con otro emotivo drama familiar, Serra regresando al presente pero manteniendo la audacia y extravagancia, y Reichardt reflexionando acerca de la posición del artista independiente en la actualidad