Hirokazu Kore-eda es un convencido de la esperanza implícita en el devenir de la vida. Ha reiterado en su obra que mañana -con un poco de fortuna- todo puede llegar a prosperar.
Hirokazu Kore-eda es un convencido de la esperanza implícita en el devenir de la vida. Ha reiterado en su obra que mañana -con un poco de fortuna- todo puede llegar a prosperar.
Desde Metropolis (1927) hasta Manhattan (1979), los autores de cine han intentado capturar el esplendor y la miseria de las grandes ciudades desde que nació el cine. A las mujeres siempre les costó más trabajo navegarlas.
Kore-eda con otro emotivo drama familiar, Serra regresando al presente pero manteniendo la audacia y extravagancia, y Reichardt reflexionando acerca de la posición del artista independiente en la actualidad