Filmado en 16mm y con el respaldo de Gerardo Naranjo como productor, Plan sexenal, ópera prima de Santiago Cendejas, es un filme arriesgado, una obra violenta, desde la textura de sus imágenes hasta los conflictos de sus personajes, cuyos simbolismos son forzados y poco sustentados, pero crean una atmósfera...
Todo luce igual, afirma alguien cuando al salir a la calle, ve a todos caminando sin rumbo, enajenados por su necesidad de carne humana, convertidos en zombies, como si la vida cotidiana antes de la catástrofe hubiera sido igual de impersonal, de automática e irracional.