Terence Davies fue alguien que entendía con claridad, y ejerció a cabalidad, la naturaleza del cine como arte, uno con su propio lenguaje, sus propios códigos, sus muy particulares y únicas posibilidades.
Incuestionablmente lo que lo hace resaltar al FICM son sus secciones de competencia, que incluyen solamente filmes mexicanos, particularmente su Selección Oficial tanto de Largometraje de Ficción como Documental.
Hacer reír, lo sabemos bien, es cosa seria. No cualquiera lo logra y, hacerlo bien, con inteligencia, exige mucho talento y buen control de todos los aspectos de la producción cinematográfica.
Kaurismäki a su más puro estilo, pero ahora también atajando el tema de la guerra en Ucrania; Todd Haynes en otro drama complejo con Julianne Moore en el que el deseo sexual obliga a pagar consecuencias; y Justine Triet arma un envolvente misterio alrededor de un posible asesinato.
Un espeluznante retrato de las maquiladoras de ropa infantil que trabajan en condiciones de explotación laboral en China es Youth (Spring) de Bing Wang; y una sórdida y dispareja inmersión en el mundo de los paramédicos neoyorquinos en Black Flies de Jean-Stéphane Sauvaire.
Directores famosos, con gran reputación o con cierto nombre y, preponderantemente, trabajando en Hollywood o en sus márgenes. Imaginemos lo que sucede con todo el resto de filmes del resto del enorme mundo…
Esta adaptación de la novela de terror de Stephen King será el primer largometraje de la directora escocesa desde que ganó el premio al Mejor Guion por «You Were Never Really Here» en Cannes 2017.
La leyenda del vampiro es una de las más fascinantes en las ficciones literarias y cinematográficas; aquí tres distintas aproximaciones a esta figura que puedes disfrutar en MUBI.
El nuevo filme del cineasta coreano se centrará en un detective que se enamora de una misteriosa viuda después de que ella se convierta en sospechosa de un asesinato.
A lo largo de los años, escritores y directores han ingeniado maneras frescas para mantener a sus audiencias en vilo. Algunas se mantienen asombrosamente robustas incluso para los estándares actuales, mientras que otras han sufrido el desgaste del brillo que padecen los filmes que inspiraron.
No importa lo que Jim Jarmusch intente, es imposible que sus trabajos carezcan de la gracia, la chispa, y el recubrimiento filosófico y humanista que le son idiosincrásicos. Incluso cuando estira un poco de más la liga, como es en el caso de The Dead Don’t Die.