Escrito y producido por David Lynch y rodado completamente en video digital, el filme de ocho minutos está cargado de sus típicos delirios surrealistas/existencialistas.
Uno de los últimos adelantos tecnológicos que nos pueden ofrecer las cadenas de cine son las salas especiales con proyección 3D. Al principio se confundía el término, ya que se tenía catalogado y relacionado con el 3D digital referente a la creación de imágenes por computadora (CGI).
En 1938 el documentalista británico John Grierson fue invitado por el gobierno de Canadá para preparar un reporte sobre las actividades fílmicas gubernamentales del país norteamericano.
El oso Yogi (2010) es quizá, por mucho, la más defendible de una reciente corriente o subgénero -si se le puede llamar así- de las pseudo adaptaciones poco afortunadas de series clásicas de dibujos animados.
Este corto es menos una historia que el extracto de una posible vida en el futuro, de una imaginación donde los pájaros pelean por un poco de comida y la confunden con los cables que rigen una suerte de maquila digital.
El supervisor de efectos especiales de la nueva versión del clásico de F. Scott Fitzgerald, The Great Gatsby (Baz Luhrmann, 2013), Chris Godfrey, reveló un video en el que se muestra el antes y después de los sets creados digitalmente.
La productora de la nueva cinta de Lars von Trier, Louise Vesth, reveló ayer en Cannes que Nymphomaniac incluye nuevas tecnologías cinematográficas. Dijo que uno de los mayores retos para von Trier fueron las escenas de sexo explícito.
Últimamente el director estadounidense ha hecho comentarios en donde parece anunciar su retiro. Hace una semana dijo que prefiere dejar de trabajar antes que hacer cintas de más, y que diez películas son un buen número para retirarse (Tarantino lleva ocho hasta el momento).
Brijes 3D es una película que marea un poco, no por su implementación de estereoscopía (efecto de 3D) bastante bien lograda para haber sido integrada en una etapa ya tan avanzada de la producción.