Cinepubs: un fenómeno cinematográfico en los pubs londinenses
Por Julio Enrique Macossay (@makoss1)
Inglaterra es un país con una notable tradición cineclubista -como ejemplo tenemos a la London Film Society-, y por ello no es de extrañar que con el tiempo este medio haya evolucionado hasta desembocar en lo que hoy en día es conocido como el cinepub; es decir que algunos pubs de Londres proyectan películas, la mayoría, sin costo alguno. El rito consiste en meterse en un bar para ver una película mientras se toma un trago y -ya que el ambiente lo permite- se comenta (o se discute) en voz alta con los distintos bandos de cinéfilos sobre clásicos del cine, obras de culto o aquellos filmes inconseguibles. Esta práctica que se ha extendido con rapidez entre los londinenses nos recuerda la dinámica social que se llevaba a cabo en las primeras salas de cine, en donde el público fumaba, aplaudía, escupía y hasta abucheaba a los actores, sintiéndose libre de expresar sus opiniones y emociones sobre lo que se veía en pantalla.
La proyección de cintas en el contexto de los pubs busca promover otro tipo de interacción a la que se encuentra en las salas de cine, como bien dice John Saco en cigaretteburns.com: "la audiencia debe sentirse libre de hacer comentarios durante la película e ir al baño sin perderse de algo importante". La calidad de las proyecciones está garantizada -hasta cierto punto- pues estos sitios suelen ser manejados por conocedores y amantes del séptimo arte, como es el caso del The Exploding Head Film Club, manejado por el crítico de cine Tom Huddlestone, o el Duke Mitchell Film Club, fundado por el periodista freelancer Evrim Ersoy y por el editor de la versión digital de HMV, Alex Kidd. Este último establecimiento tiene la peculiaridad de organizar noches temáticas. Por ejemplo, en marzo se llevó a cabo la ya tradicional The Early April Fools Night (La noche adelantada del Día de los Inocentes). En esa fecha pasan películas malas que en sus propias palabras: “está garantizado que te pondrán una sonrisa en el rostro por todas las razones equivocadas”.
Aunque en México no es muy común la existencia de bares donde puedan verse películas de la forma en que ocurre en los pubs londinenses, tenemos varios cineclubes que se asemejan al Film Club Café. Este último es un café justo enfrente de las Torres de Satélite que cuenta con una sala de proyecciones en donde se exhibe una película de cine de autor todos los días, y se realizan proyecciones musicalizadas en vivo. Al igual que el Duke Mitchell, organiza noches temáticas: los “Jueves de rock” y los domingos de “Historia del cine mudo”. Una de sus peculiaridades es que las películas proyectadas están disponibles a la renta para los miembros del establecimiento. Además de ser un foro cultural en el que también se realizan exposiciones de pintura, conciertos, presentaciones de cortos amateurs y donde se dan cursos sobre cine y otras disciplinas. Lo que lo hermana con los establecimientos londinenses es que es posible comprar una cerveza o una copa de vino para disfrutar mientras se ve la película, por supuesto, sin la dionisiaca interacción que un cinepub implica.
Por suerte, la carencia de este tipo de experiencias está a punto de cambiar, ya que en EnFilme se nos ha ocurrido la idea de crear Los Lunes de #cinepub en el Black Horse (Mexicalli 85, Col. Condesa) comenzando el 25 de junio a las ocho de la noche con la proyección de dos cintas: 24 Hour Party People (2002), de Michael Winterbotton y Submarine (2010) de Richard Aoyade.
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Junio 11, 2012