Conoce un cineclub septiembre: El Cine de la Casa (II)
Por Elvis C.
Aún recuerdo la primera película que vi en el cine: E.T., El extraterrestre (1982), lloré mucho, creo que desde entonces la ciencia ficción y el drama se convirtieron en mis géneros favoritos. Aquél era un cine hermoso, con sus butacas rojas y una rampa por la que los niños corríamos mientras se escuchaba de fondo “Brazil” interpretada por Ray Conniff.
Con el pasar de los años, la magia del cine quedó en el olvido. Aunque asistía regularmente, las salas carecían de aquello que me cautivó de niña.
El año pasado revisaba una red social y leí acerca de un cineclub, El Cine de la Casa; en el programa anunciaban el ciclo Cineteca Va, como la función comenzaba a las 6 pm me di prisa por terminar mi trabajo y me encaminé hacia allá. El cineclub está ubicado en la parte alta de la Casa de la Cultura, al llegar al sitio me recibió una joven muy amable que me explicó las funciones, me extendió un programa de mano y me cobró una cuota de $10 pesos. Al entrar a la sala me esperaban esas butacas, que aunque ya no eran rojas, eran las mismas de antaño. Al igual que yo, habían cambiado. Como no había nadie en la sala, aproveché y me tomé un par de fotos. Por fortuna, nadie me vio.
El primer filme que vi fue: Vete más lejos Alicia (2010). Al finalizar la cinta, tuvimos una ronda de preguntas y comentarios; sólo estábamos como cuatro personas pero la plática se extendió. Dejé mis datos en un pequeño cuestionario y a partir de ahí la información empezó a llegar también a mi correo.
Con cada ciclo llegaban nuevas experiencias. Después de Cineteca Va, llegó Sonora Documental que venía acompañado de sus directores. Esto causó un gran impacto en mí y a la par de los documentales comencé a viajar. Así conocí La pintada (Karen Silva, 2008), Cerro de trincheras (Carlos Vizcarra, 2008) y recientemente la Isla del Tiburón (Nicolás Défossé, 2008).
La sala Alejandro Parodi, tiene capacidad para 42 personas, por eso a veces hay que llegar temprano. En una ocasión, proyectaban un documental sobre el grupo de punk rock La Merma y la sala estaba a reventar. Tuvieron que abrir otra función.
En este tiempo he visto diversos géneros, no recuerdo el número exacto de las pelis que he visto. He conocido un par de amigos, me ha tocado ser la única en la sala, alguien ha ocupado mi butaca favorita, he cabeceado durante alguna proyección y, bueno, también he llorado.
Hoy puedo sentir que después de tantos años, por fin recobré la magia. Llegué al cine de la Casa y espero impaciente la próxima función.
04/10/2012