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Cronica sobre la primera funcion del cineclub Miradas por la Paz
Publicado el 27 - Ago - 2012

 
 
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Por Ismene Figueroa López
El miércoles 15 de agosto a las 1930 horas se realizó la primera proyección del cin - ENFILME.COM

Crónica sobre la primera función del cineclub Miradas por la Paz.

Por Ismene Figueroa López, Coordinadora de Programas de Género. Medio Ambiente y Salud, IAP.

El miércoles 15 de agosto a las 19:30 horas se realizó la primera proyección del cineclub Miradas por la Paz, un proyecto de desarrollo cultural dirigido a ocho colonias de escasos recursos de Hermosillo, realizado gracias al respaldo del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC), de la organización civil Género, Medio Ambiente y Salud, IAP (GEMAS IAP) y a varias personas voluntarias como Lidia Gurrola, Horacio Aviña, Marina Ortiz Gallardo, Leyla Acedo y Melissa Valenzuela.

Este proyecto nace por la esperanza de generar un cambio social utilizando como herramienta el cine. Se originó como un sueño, un deseo de crear espacios donde las miradas se encuentren entre sí y, quizá también, se reflejen en las historias que el cine nos cuenta. Queríamos mantener los ojos del público abiertos para tocar sus emociones e invitarlos a reflexionar a través de una película, con la esperanza de que éste pudiera ser el inicio de un despertar social.

Con gran ánimo, apostamos al cine con la convicción de que todo puede comenzar por una mirada para sensibilizar hacia una cultura de paz y respeto a los derechos humanos con perspectiva de género, motivando a los espectadores a reflexionar sobre diversos temas sociales, abordando y cuestionando los roles tradicionales del hombre y la mujer,  mediante una selección de películas de alta calidad artística.

Así, con todos estos anhelos, inauguré el proyecto con la película Te doy mis ojos (Icíar Bollaír, 2003) en el barrio Coloso Alto, mi barrio. La mayoría del público eran niños y algunas niñas. Les expliqué que la temática era delicada porque abordaba violencia intrafamiliar, que al final habría un espacio para preguntas y respuestas. La verdad pensé que se irían porque están acostumbradas a la balacera de Hollywood. De hecho preguntaban ¿y a qué hora le van a pegar? ¿sí le va a pegar? ¿cuándo?... Se levantaban y movían de lugar las sillas, hacían grupitos, cuchicheaban entre sí. Había unos niños que traían bicicletas y deliberadamente pasaban por enfrente de la "pantalla" hasta que les puse límites. Había escenas de sexo con desnudos. Ya sabrán, se soltaron gritos, chifladeras, risas y carcajadas. Me llamó la atención que hicieron más bulla y escándalo cuando vieron al hombre protagonista desnudo. Se reían más, y cuando se volteó de espalda y le vieron las nalgas aquello era una rechifla. Por más que quise mantener la seriedad, no pude evitar la risa, era contagiosa. Terminé riéndome con ellos y de ellos. Y hablo en masculino porque eran los "hombrecitos" los que tenían el alboroto. Pero con todo y la inquietud lombricienta que traían se quedaron hasta el final de la película y luego los llamé para hacer un círculo, o lo que se pudiera, porque ya me daba por bien servida de que se sentaran aunque no formaran la figura geométrica que pedía. Se sentaron entre jaloneos, golpes, insultos, pues se nota que es su forma acostumbrada de llevarse entre hombres. Las niñas cumplían con el estereotipo tradicional, más ordenaditas y obedientes, se sentaron sin hacer peleas. Y entre tanta algarabía, les pregunté qué les había parecido la película, qué opinaban de lo que vieron. Dijeron que muy triste porque el hombre humillaba mucho a la muchacha. Que fue muy feo cuando la "embichó". Un niño agregó "se salió el bato cuando la embichó y la sacó a la calle". Me sorprendieron gratamente con estos comentarios porque cuando estaban pasando estas escenas, los hombres se estaban riendo y haciendo escándalo. Y con esto me di cuenta, de que aún en medio de sus travesuras sí captaban el dolor que transmitía ese capítulo.

Les pregunté por qué se reían tanto de los desnudos, y se reían y se miraban con vergüenza. Y una de las niñas más grande, -calculo que de 12 ó 13 años- pudo decir, venciendo su timidez, que ella se reía de tanto porque se reían los niños, pero que no le causaba risa la película (o sea le pasó lo mismo que a mí). Pero que ella no sentía vergüenza de estar desnuda entre mujeres, entre amigas.

Les cuestioné si sabían cómo nacían los bebés y cómo se daba el embarazo. Todos se reían, pero sí contestaban, decían pues nacen bichis, y luego otro dijo, pero los "ricos" no, y luego todos se le fueron en bola: ¡claro que no, todos nacemos "bichis"! y se hacían carrilla. Y les seguí preguntando “¿y ustedes por qué creen que nos da vergüenza vernos "bichis"?”, y se quedaban pensativos con la risa entre los labios... Les pregunté si su mamá o papá había hablado de sexo o sexualidad con ellas y todos dijeron que no. Les comenté que tal vez sus padres también tenían vergüenza de hablar del tema porque quizás a ellas tampoco les hablaron, no les dieron educación en sexualidad y quizás por eso no saben cómo hablarlo con ustedes. Les hablé un poco del abuso sexual. Que nadie tiene porqué tocarlos o desnudarlos sin su consentimiento, que tienen derecho a denunciarlo, que pueden pedir ayuda a una persona adulta de confianza: maestro, mamá, papá, vecina. Les comenté que iba a regresar en dos semanas y que si tenían alguna duda sobre el tema, con gusto los escucharía.

Las niñas y los niños se quedaron entusiasmados al saber que regresaría con otra película. Al desmontar el equipo se peleaban por ayudar, se arrebataban las sillas para llevarlas al carro, era una faramalla para ver quién quitaría la lona que se utilizó como pantalla, los cables, cualquier cosa por más pequeña o grande que fuera, era motivo de disputa; todas y todos querían ayudar.

Vi en las expresiones de sus rostros, sus travesuras y sus comentarios, la necesidad de seguir atendiendo a este público tan ávido de actividades culturales en su comunidad. La frase de uno de los chiquillos se quedó como razón suficiente para continuar este compromiso: “hace mucho que no hacían algo interesante en los ‘campitos’”…

27/08/12

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