Un cineclub donde solo pasan películas malas: The Bad Film Society
Por Julio Enrique Macossay (@makoss1)
Muchos cineclubes proyectan en sus ciclos películas canónicas con el objetivo de formar al público, pero cuando un cineclub pretende hacer pasar a la gente un buen rato, no siempre es necesario proyectar alguna obra maestra de Hitchcock o Bergman. Es el caso del cineclub de Oregon, Estados Unidos, The Bad Film Society. Desde el 2000 la gente se reúne cada mes en el sótano del Ashland Elks Lodge para ver las “peores películas del mundo”, como ellos mismo se jactan. Este lugar apareció cuando Ed Polish, su fundador, decidió que ya era tiempo de llevar a cabo su sueño de compartir su pasión por las cintas malas que estaban pudriéndose en las estanterías de las tiendas de películas. Para esto reunió a algunos amigos frente a un viejo televisor para ver qué ocurría; como es de imaginarse, el resultado fue favorable.
¿Por qué alguien se pondría a ver este tipo de cintas? Desde los inicios del séptimo arte han existido películas que por x o y razón son tan malas que provocan humor involuntario. En sus múltiples proyecciones este lugar ha mostrado a los mejores exponentes de este tipo de cine como The Wild World of Batwoman (1966), Santa Claus Conquers the Martians (1964) o The Room (2003) –el “Ciudadano Kane de las películas malas”–, de Tommy Wiseau, quien con esta cinta destronó para muchos a Ed Wood como el peor director de la historia.
Claro que también pasan de vez en cuando películas que intencionalmente imitan la estética de estas cintas de Serie B, por lo que logran ser bastante cómicas; es el caso de la aclamada Tucker and Dale vs. Evil (2010), que apenas proyectaron en junio, o Mutant Swinger from Mars (2009), protagonizada por Jack White.
Antes de cada función pasan cortometrajes, caricaturas viejas, cintas originales y un episodio de algún viejo programa de cine serial como The Phantom Creeps! (1939) protagonizado por Bela Lugosi. Además para que la función sea más disfrutable todos los participantes son incitados a llevar algún platillo para compartir entre los asistentes durante la función. Claro que tomando en cuenta la calidad de las películas proyectadas se les recuerda que no está de más llevar una bolsa para vomitar en caso de ser necesaria.
14/09/2012
FUENTE: The Bad Film Society