Función en LA68 (Mérida): viernes 3 de enero, 9pm.
La hermana Hadewijch (Julie Sokolowski) es una joven novicia que tiene un amor a Cristo que raya en lo obsesivo –o quizá en lo medieval- llegando al grado de abstenerse de comer y de salir al frío invernal sin ninguna clase de abrigo. La Madre Superiora considera que esto es anormal y peligroso, por lo que le pide que regrese al mundo real, prometiendo que las puertas del convento seguirán abiertas si es que quiere volver. Ya de regreso en el mundo urbano, recupera su vida anterior: la de Céline, la estudiante de teología. Al poco tiempo, conoce a un joven árabe llamado Yassine (Yassine Salim) que se enamora de ella; sin embargo, ella le explica que esto no puede ser porque ella ama profundamente a Cristo, por lo cual planea conservar su virginidad. Él dice respetar su postura, por lo que siguen viéndose sólo como amigos. Gracias a eso, Yassine le presenta a su hermano Nassir (Karl Sarafidis) -quien da clases sobre temas teológicos centrados en el Islam-, el cual tiene una devoción religiosa igualmente exacerbada, sólo que por Alá, y es entonces que ella se da cuenta de que él es quien puede guiarla hacia la divinidad.
Dumont, como buen profesor de filosofía que fue en esta cinta ganadora del Premio Internacional de la Crítica en el Festival de Toronto, describe perfectamente el problema del fundamentalismo religioso y las consecuencias que éste puede tener sin importar la religión de la que se trate o la raza, pero sin hacer una crítica explícita, puesto que su intención es sólo hacer reflexionar al espectador para que forme una postura al respecto. Un dato curioso es que el actor que interpreta a Nassir, en la vida real es doctor en filosofía y escribió un texto sobre espiritismo.
JEMCH (@makoss1)