Ana Bolena
Siguiendo la historia de manera fiel hasta cierto punto, Lubitsch retrata el matrimonio de Ana Bolena (Henny Porten) con Enrique VIII (Emil Jannings). El Rey se prenda a primera vista de ella, en parte porque tiene la esperanza de que le dé su tan ansiado heredero que le permitirá afianzar su linaje en el poder. Sin embargo, el Papa en turno no le concede el divorcio de su anterior esposa, Catarina de Aragón (Hedwig Pauly-Winterstein). Entonces, toma la decisión más lógica: causa el cisma de la Iglesia Católica, proclamándose en el proceso como jefe de la Iglesia Anglicana. Ya por fin desposado con Bolena, logra embarazarla; sin embargo, el fruto de su pasión no será el tan ansiado futuro gobernante, sino Elizabeth i, lo cual será el principio del fin para Ana.
Para su época esta cinta fue una superproducción, contando con un presupuesto de más de 8 millones de marcos. Además contó con la participación de uno de los actores más importantes del período, Emil Jannings –aunque hoy en día olvidado gracias a su participación en la propaganda Nazi-, eso sin contar con los 5000 extras y los 380 escultores que hicieron la versión ficticia de la Abadía de Westminster.
JEMCH (@makoss1)
Función en:
Domingo 17 de junio, 12:00 hrs.