Sion Sono, exmiembro de un culto religioso y de un grupo terrorista, pero más tarde el líder de Tokio Gagaga –un colectivo de performance– comenzó su carrera en la industria de la pornografía gay. Desde 1984 hasta la fecha, el cineasta ha dirigido 47 películas, convirtiéndose en uno de los realizadores más prolíficos de Japón. Interesado en explorar los impulsos y deseos sombríos del ser humano, Sono ha retomado elementos del J-Horror y del movimiento artístico ero guro para fusionar lo erótico y lo grotesco, centrándose así en la sexualidad, el cuerpo, la violencia, la sangre, el gore, las parafilias y los fetiches. Además del terror, el erotismo y la corrupción sexual, uno de los temas primordiales en el cine de Sono es la decadencia física y espiritual del ser humano. Conocido por sus raíces ferozmente independientes (a menudo el participa también como guionista y productor de sus propias películas), Sono explora los dilemas de la condición humana, la alienación individual, el deseo desesperado del amor y la brutal realidad de la sociedad contemporánea, especialmente la de aquellos seres marginados.
0cm4 (2001) es un filme experimental que se centra en Maeda (Masatoshi Nagase), un hombre de 33 años que decide someterse a una operación para curar la anomalía que padece: el daltonismo, una serie de problemas visuales que le impide distinguir los colores e intensidades de los diversos tonos. Sin embargo, el hombre se muestra inseguro y dubitativo respecto a la operación: “¿Qué pasaría si el mundo tal y como yo lo veo no corresponde al mundo como ustedes lo ven?”, llega a cuestionarse el protagonista. Para disminuir su angustia e intranquilidad, Maeda decide utilizar sus videocámaras para llevar un diario visual que comienza a filmar siete días antes de someterse a la operación.
LFG (@luisfer_crimi)