Los actores del grupo de teatro, Los jugadores de Molière, se preparan en el camerino antes de salir a escena. Uno de los integrantes entra en la habitación preocupado porque considera que su personaje no termina de convencer. Otro de los actores, Clarus (Paul Clarus), lo consuela y le dice que le recuerda a Michel (Paul Bonifas), un desagradable jefe de seguridad de la isla de Madagascar durante la Segunda Guerra Mundial. Al mismo tiempo, le narra su experiencia en prisión acusado por aquel oficial de pertenecer a la resistencia francesa. Además de su aventura posterior como locutor de una estación de radio a favor de la resistencia ilegal. El relato de Clarus termina con la disputa frente a frente con Michel sobre cómo logra su libertad. Pero el parecido entre los personajes que Clarus relata y los de la vida real son bastante cercanos.
El filme de treinta y dos minutos, en blanco y negro, mezcla la realidad y la ficción a partir de unos actores que ensayan la representación de un episodio de la resistencia francesa opositora al régimen nazi. La discordia que se presenta habla de la que existió en la vida real entre los propios franceses con respecto a los asuntos relacionados con el ejército alemán y la compleja situación de los colaboradores del Régimen de Vichy en Madagascar. Es una obra de resistencia en tiempos de guerra. Una historia pausada y de dialogos ligeros en la que el tema del espionaje sirve de fondo para generar la trama de Aventure Malgache.
VSM (@SofiaSanmarin)