Apichatpong Weerasethakul responde a EnFilme: ¿Qué es el cine?
Ve aquí nuestra Entrevista con Apichatpong Weerasethakul
El cineasta tailandés, Apichatpong Weerasethakul, no limita su arte a un formato único y le gusta considerar el lenguaje cinematográfico como un asunto vivo que cumple con los estándares, los reinventa y los desafía. Puede recordarse que los créditos de apertura de su segundo largometraje, Blissfully Yours (2002), llegaron después de una hora de proyección. Sus películas, cortos o largometrajes que vacilan entre la instalación y la narrativa, se sientan tan bien en salas oscuras de cine como en los espacios museísticos. Esto no impide, por supuesto, constantes reconocimientos a sus trabajos, como prueba están sus tres premios en Cannes, incluida la Palma de Oro para Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives en 2010.
Antes de la llegada de su nuevo filme que será protagonizado por Tilda Swinton, Memoria (2019), el también videoartista ha confeccionado Blue (2018), un cortometraje de 12 minutos que fue presentado este verano en Rencontres d'Arles antes de pasar al Festival Internacional de Cine de Toronto. Desde el 3 de octubre, es visible de forma gratuita en el espacio digital de la Ópera de París. La película, de un esplendor inaudito, lleva inmediatamente la marca de su autor. Incluso antes de que aparezca la primera imagen, el murmullo nocturno de exuberante vegetación sienta la atmósfera de impecable serenidad. Entonces, aparece una mujer acostada en una cama que da la bienvenida a los ojos del espectador que prolonga este estado de calma olímpica. Las pinturas sobre lienzo, que a veces representan un templo, un paisaje marino con el trasfondo de un sol poniente o una carretera bañada por el sol, se suceden mecánicamente como el ingenuo escenario de un pequeño teatro al aire libre. Pronto, una llama se refleja en la manta azul de la mujer que duerme antes de extender el fuego. Es simple, hermoso, inflamable y de admirable pureza.
A través de un juego de reflexiones y superposiciones, Apichatpong poetiza la imagen y recuerda que en el cine todo es cuestión de fantasmas y que lo divino preside todos los destinos representados. Weerasethakul, a diferencia del filósofo Heinrich von Kleist y su teatro de marionetas, cree en la sensibilidad y los poderes mágicos de todos los sujetos. Vivos o muertos.