Hace unas horas falleció en un accidente (el helicóptero en el que viajaba con su hija de 13 años, la amiga de ella, el padre de la amiga y otras personas) el gran Kobe Bryant, uno de los mejores basquetbolistas en la historia de ese deporte, uno de los mejores atletas en la historia del deporte. Apenas ayer uno de sus más exitosos discípulos, Lebron James, rebasó a Kobe, a quien consideraba como un hermano mayor (quien lo ayudó al principio de su carrera pese a pertenecer a un equipo rival, ofreciéndose a ayudarlo siempre en todo lo que necesitara lo cual, según James, siempre hizo), como el tercer mejor anotador de puntos en la historia de la NBA. Su fallecimiento tiene conmocionado al mundo, no solo al del deporte, a todo el mundo. Por el tamaño de celebridad que era, también porque muchos de los que lo conocieron reconocen en él a un gran ser humano, pero también porque nos demuestra lo frágil que es la vida para todos; en un momento estamos y al siguiente podemos dejar de estar. Las tragedias de este tipo nos lo recuerdan constantemente. Las muertas de quienes admiramos, de quienes han sido una influencia positiva para tantos, de tantas formas, en tantos círculos, se convierte también en un momento de catársis colectiva que permite a personas desconocidas de todo el mundo el compartir un dolor que millones de personas sienten les es personal y, al mismo tiempo, resulta ser común con muchísimos otros seres humanos. Los superhéroes de la vida real resulta que también son personas, también se mueren.
Kobe Bryant demostró no solo ser un gran basquetbolista, un atleta fenomenal, también fue un tipo brillante que, una vez retirado de su deporte, se involucró en el cine. Uno de sus primeros proyectos fue este cortometraje animado. Dear Basketball es un proyecto del 2017, escrito y narrado por el propio Kobe Bryant, dirigido y animado por Glen Keane. El filme se basa en una carta que Kobe escribió para The Player’s Tribune (una plataforma que permite a los atletas conectarse directamente con sus aficionados), el día 29 de Noviembre del 2015, anunciando su retiro del basketball, su deporte amado. Aquí pueden ver el trabajo que, posteriormente, ganó el premio Oscar a Mejor Cortometraje Animado. Que en paz descanse el gran Black Mamba, Kobe Bryant.