Tal vez el nombre de Georges Schwizgebel no les suene a muchos, pero para el mundo de la animación es uno de los artistas más importantes. Este animador sueco con 20 cortometrajes en su carrera ha desarrollado con maestría una técnica poco común pero que en las manos adecuada es fascinante y cautivadora, me refiero a la técnica de pintura sobre vidrio. Dicha técnica involucra la paciencia y sutileza de un pintor en frente de una o más capas de vidrio, las cuales funcionan como layers de Photoshop para darle profundidad a cada personaje o escenario. Una vez hecha la primera pintura, se borra en partes o en su totalidad para darle paso a un nuevo movimiento y esto se repite cuadro a cuadro hasta lograr los segundos o minutos requeridos en escena.
Uno de sus cortometrajes más emblemáticos y reconocidos es El hombre sin sombra, pieza con la que ganó el Prix Regards Jeune en el Festival de Cannes 2004. Cuenta la historia de un hombre solitario que vive sin una sombra. Un día se levanta de su escritorio, se pone su sombrero y sale de su apartamento. Él camina por una ciudad a una gran puerta, la cual golpea, muestra su invitación, y es admitido en una escena colorida. Camina a través de salones y jardines. Él habla con un hombre en un sombrero de copa que le ofrece una vida de romance, pero en esa vida hay traición. ¿Hay algún lugar en el mundo para nuestro hombre sin sombra?
JOY (@Come_Sesos)