Pocos directores logran con éxito el crossover del formato de corto al largometraje, sobre todo cuando el primero fue tan grande. Ese es el caso de Harvie Krumpet, que ganó en el 2003 el premio Oscar a Mejor Cortometraje de Animación. Adam Elliot sin duda alguna llega a mostrar con un estilo y técnica tan únicos que es considerado uno de los animadores stop motion más importantes de nuestro tiempo. Esta pieza de 22 minutos de duración es el cuarto trabajo de la serie de retratos animados que Elliot creó. Las tres animaciones previas –Uncle (1996), Cousin (1998) y Brother (1999)– también fueron creadas con la técnica de animación con plastilina. Esta familia de cortos fue vista en mas de 300 festivales alrededor del mundo ganando más de 50 premios. Muchos de éstos fueron otorgados a Elliot no solo por la animación sino por el guión que para muchos compite sin lugar a dudas con películas de acción viva. La razón de esto es muy simple: todas sus historias, incluyendo Mary & Max (2009), están centradas en un personaje principal cuya biografía es contada en forma de tragicomedia humana, algo que pocas veces se había intentado en animación. Y es así como este director nos cuenta en este corto la vida triste y peculiar de Harvie, un hombre extraño que tiene el síndrome de Tourette, una mala suerte crónica, trabajos de baja categoría, tendencias nudistas y un libro de "Fakts" que cuelga de su cuello.
JOY(@Come_Sesos)