Un ejercicio de estilo

Dos peluqueros ven pasar el tiempo mientras esperan con ansias que lleguen clientes a su barbería. De pronto, aparece un cliente en busca de una afeitada y uno de los barberos se apresura a atenderlo, sin recordar que ese día tiene cita para cortarse el cabello una mujer hermosa. El otro barbero atiende a la mujer; ambos están prendados de su belleza. Quien la atiende huele su cabello y le sonríe al otro con sarcasmo, el que observa se llena de envidia porque la quiere para él. Los malos sentimientos que tienen el uno por el otro les juegan una mala pasada y finalmente terminan en el mismo lugar donde empezaron, mirando hacia afuera, anhelando alguna presencia en el interior.

De época, en blanco y negro y sin diálogos, este ejercicio de estilo que recibió el premio a la Mejor Fotografía en el Festival Internacional de Cine Kinoki 2009 deleita con los detalles de una espera que, debido a la naturaleza de sus personajes, se convierte en cíclica.

COZ