Un hombre amenaza de manera constante pulsar un botón rojo, repite la operación una y otra vez hasta conseguirlo, mientras fluye sobre él una fuerza sonora. El personaje está atrapado en ese río gris en el que no sabemos si es él que toca el botón rojo o nosotros los que lo empujamos a ello.
Hace seis años los miembros de la banda neoyorquina Interpol se acercaron al multifacético David Lynch, atraídos por su obra y con el interés de concretar un proyecto juntos. Fue un encuentro casual para romper el hielo y hallanar el camino para una futura colaboración. El resultado de aquella plática fue el cortometraje animado I Touch A Red Button Man, creado y dirigido por el propio Lynch, y que se presentó en 2011 en el Festival de Coachella. El corto acompaña la canción ‘Lights’ del afamado grupo, un relato en el que un individuo se mueve dentro de una hoja estática, una atmósfera muy acorde con la psique y la recurrencia onírica de los personajes del director estadounidense.