Lee aquí nuestra reseña de Club Sándwich
Ve aquí nuestra entrevista con Fernando Eimbcke
Susy (Alejandra Gollas) quiere ser delgada. Un día mientras comprueba su peso en la balanza se da cuenta que la estricta dieta basada en vegetales a la que ha estado sometida por una semana no ha hecho efecto. Desilusionada, se dispone a recuperar los carbohidratos y grasas de las que había prescindido de un solo bocado. Cuando está apunto de comerse un bote de helado aparece una peculiar hada madrina: Pamela (Alma Wilheleme) —rubia, voluptuosa, bastante parecida a la salvavidas C. J. Parker interpretada por Pamela Anderson en la serie Baywatch— quien se conmueve por el sufrimiento de la chica, concediéndole tres deseos, que Susy podrá utilizar para ser la mujer más bella del mundo. Pero para Suzy “nunca se es suficientemente delgada”.
La suerte de la fea... a la bonita no le importa es el tercer cortometraje de Fernando Eimbcke —un relato previo a su primer largometraje Temporada de patos (2004), y quien recientemente estreno su nueva película Club Sándwich—, un filme narrado con desparpajo y comicidad, muy cercano al absurdo, que hace una reflexión de la necesidad de ser aceptados en una sociedad superficial donde la apariencia física es lo más importante. La magia de La suerte de la fea… reside en que Susy es un personaje universal. Ella representa ya una cotidianidad (aunque suene paradójico). Eimbcke tiene la virtud de darles a todos sus personajes un carácter y una personalidad de magnética empatía. Una prueba más de la preocupación de su director por las relaciones interpersonales.
VSM (@SofiaSanmarin)