Modelos escuálidas, y juerguistas aturdidos desfilan por los pasillos de un departamento sombrío que brinda una fiesta. Cada apartado de la casa, los rincones, pertenecen a las mujeres más delgadas, las esqueléticas, que aparecen en posiciones impares: una tumbada en cuclillas en un cajón, otra derrumbada y desnuda sobre la mesa de la cocina. Ninguno de los que habita esa reunión mira a la cámara. A mitad de la celebración, una joven rubia (Elle Fanning) se dirige al baño. Se mira en el espejo, con cierto desánimo, mientras se pone rimel, y en cuestión de segundos su rostro se desencaja, la piel se le agrieta y comienza a quitarsela a pedazos – grita en silencio al principio, inaudible la segunda vez–, lo que da paso a un vomito incontenible, pero que la regresa –desde su perspectiva–, a la normalidad antes de regresar a la fiesta, fingiendo que nada pasó ante sus amigos.
Likeness es el debut como director, del cinefotográfo mexicano Rodrigo Prieto (Argo, 2012; The Wolf of Wall Street, 2013). Motivado por la experiencia de su hija Ximena, que sufrió anorexia cuando era adolescente, Prieto decidió contar la historia en un inquietante relato de 9 minutos que simboliza la percepción distorsionada de un enfermo (a) de bulimia. Fanning es en el cortometraje, una chica joven que sufre de desordenes alimenticios.
VSM (@SofiaSanmarin)
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