El cine de Aleksánder Sokúrov se vio profundamente influenciado por su entorno. El amor a su país y su eterna crítica a los políticos convergen casi a la par en una filmografía claramente influenciada por Tarkovsky, amigo de Sokúrov, y de quien acepta haber adoptado técnicas y pasiones, específicamente de El espejo (1975). En su cine, Sokúrov intenta capturar el arte de la pintura, pues él mismo considera que el cine no es un arte, pues carece de dotes que le ameriten serlo. En sus películas los paisajes, rostros y demás elementos físicos son retratados con especial poética. Su filme del 2011, Fausto, fue ganador del León de Oro en el Festival de Venecia, y es la conclusión de la tetralogía sobre el poder del director, iniciada con Moloch en 1999.
Para entender un poco más la concepción del arte de Sokúrov, así como su técnica y estilo, les compartimos María, cortometraje filmado entre 1978 y 1988, que narra la vida de una mujer que, fuertemente arraigada a su labor de campesina, es olvidada por los que la conocieron después de su muerte.
EBS (@edgarAllanys)