Relevo (2013), dirigido por el joven cineasta cubano radicado en México, Aram Vidal, es una reflexión sutil y lúcida –que no utiliza diálogo alguno– sobre las responsabilidades, las obligaciones, los deseos, la solidaridad y el compromiso que existen en una relación amorosa. Mario Loría y Gimena Gómez interpretan a una joven pareja en la que el mutuo apoyo es necesario para que ninguno de los dos se rinda, aún en las circunstancias más incómodas, tristes y adversas que se les presentan en su trayecto. Sin ser completamente un experimento narrativo, Vidal recurre al concepto de la repetición –pero añadiéndolo pequeñas variantes– para crear una especie de espejo que refleja dos rostros distintos, pero de la misma moneda. Borrando los límites entre la realidad y la imaginación, el director juega con las certezas y expectativas del espectador que lucha por tratar de identificar qué elementos representan el mundo real de los personajes y cuáles otros forman parte de sus proyecciones, deseos e imaginaciones.
LFG (@luisfer_crimi)
Aram Vidal está recaudando fondos para su próximo proyecto, El pez azul, puedes leer al respecto y donar, aquí.