Si hay un director de cine contemporáneo cuyo nombre es asociado al mundo del surrealismo es David Lynch. Su interés por sumergirse en los sueños, donde los objetos y espacios cotidianos adquieren significados y dimensiones desconocidas, Lynch busca captar y alterar la realidad a través de la manipulación del tiempo, el espacio y la estructura narrativa. La inmersión en los sueños, la disolución de los límites entre lo real, lo onírico y lo fantástico, la repetición de las imágenes, la manipulación deliberada para alterar la percepción del entorno son unas constantes en su filmografía. Ya sea en cine, televisión, música, arte o literatura, Lynch es un artista que siempre se mantiene decidido a superar sus límites, mientras se divierte jugando con las expectativas de los demás.
Nacido el 20 de enero de 1946 en Missoula, Montana, David Keith Lynch fue el primero de los tres hijos del matrimonio conformado por Donald y Edwina "Sunny". Donald Lynch era un miembro del Departamento de Agricultura que, debido a su trabajo, viajaba constantemente, a veces acompañado de su familia. Esto tuvo un efecto profundo en David, debido a que una edad muy joven se interesó en los lugares que conoció a partir de las manifestaciones artísticas propias de cada región. Además, él tuvo la oportunidad de visitar Austria, con su amigo y futuro colaborador Jack Fisk, para estudiar bajo la dirección del pintor expresionista Oskar Kokoschka, aunque sólo fue un breve periodo de tiempo el que permaneció en Europa. En 1964, a la edad de 18 años, Lynch asistió a la Escuela del Museo de Bellas Artes de Boston, donde uno de sus compañeros de habitación era el futuro vocalista de J. Geils Band, Peter Wolf. La experiencia en la escuela llevó a Lynch a continuar sus estudios en la Academia de Bellas Artes de Filadelfia, donde su trabajo como diseñador y director de arte fue reconocido ampliamente.
Impulsado por su mentor, el pintor Bushnell Keeler, durante su estancia en Filadelfia, Lynch decidió hacer una película casera titulada Sailing with Bushnell Keeler (1967), en la que registró un viaje en barco en la bahía de Chesapeake que emprendieron Lynch, Bushnell y el hermano de este último, Dave. Rodada en blanco y negro con una cámara Bolex 16mm, el filme es un ejercicio de observación con el que Lynch comenzó a practicar varias técnicas de filmación. A pesar de su corta duración, esta temprana pieza audiovisual de Lynch se percibe como la meditación pacífica de un joven realizador.
LFG (@luisfer_crimi)