Por Reneé Alegría
Del 16 al 24 de octubre, 2010. Morelia, México.
¡Arrancamos!
Después de varios meses de espera, el momento de empacar cepillo de dientes, toalla, ropa interior, bufanda, iPod y las cámaras para incursionar en la 8va edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, había llegado.
Y no hubo mejor recibimiento que la proyección de Maclovia (1948) de Emilio Fernández en el Teatro Emperador Caltzontzínen de Pátzcuaro, un clásico del cine mexicano ambientado en la misma ciudad michoacana, protagonizado por la imponente María Félix. Inesperadamente una tambora morelense recorrió las butacas del Teatro justo antes de que arrancara la función. Todos celebrábamos estar ahí, un 15 de octubre de 2010.
Caracterizado por hermosas edificaciones coloniales, el centro de la ciudad de Morelia, escenario de prácticamente todas las actividades del festival, recibió al elenco de Biutiful para la inauguración. Evidentemente, Javier Bardem era una de las caras más esperadas por todos, al igual que el director Alejandro González Iñárritu. Ambos estuvieron acompañados por la actriz Maricel Álvarez, el fotógrafo Rodrigo Prieto, la directora de arte Brigitte Broch, Lynn Fainchtein encargada de la musicalización, y los sonidistas Martín Hernández y José Antonio García; todo el equipo de producción parecía disfrutar su asistencia al FICM, uno de los festivales de cine más importantes del país.
Para AGI, Biutiful, a diferencia de sus otras películas en las que entrelaza varias historias, es la vida de un hombre cuya desesperación por cambiar su vida antes de morir lo lleva a buscar la compasión y la redención. El polémico director mexicano recupera la historia basada en un miembro de su familia, para narrar el relato de un hombre involucrado en la corrupción y piratería en Barcelona, que lucha día a día por mantener a sus dos hijos mientras una enfermedad terminal se apodera de él.
Pocos días tan perfectos hay en este vida como esa inauguración lo fue para mí, cuando el maestro Terry Gilliam fue invitado a develar la placa del Festival en compañía de Iñárritu. Y si a eso le sumamos que el creador de Tideland (2005) presentó toda su filmografía e impartió una master class (a pesar de que una de sus hijas sufrió un accidente que terminó con un hombro enyesado) en la que intercambió todo tipo de experiencias sobre sus producciones, fue inevitable sentirse afortunado. Eventos como éste, en el que los encuentros entre realizadores y público son cruciales, reafirman el amor de pertenecer a un mundo tan gratificante como lo es el del séptimo arte.
Capturando la realidad…
Nicolas Philibert, director francés, también recorrió las calles de Morelia para presentar su más reciente documental (ver entrevista), Nénette que retrata a una orangután de 40 años de edad, la más vieja de todas las que comparten el espacio en un pequeño zoológico en París, y su manera de observar a los visitantes desde su vitrina, y cómo éstos a su vez la ven a ella: “En el fondo, se trataba justo de hacer una película sobre la mirada. Es un animal que está detrás de un vidrio y ella también nos mira”, añadió el director.
Armadillo de Janus Metz Pederson, galardonado recientemente como Mejor Documental en la 54 edición del London Film Festival, captura a un grupo de soldados daneses y su experiencia en la guerra de Irak durante seis meses. En la sesión de preguntas y respuestas, sus anécdotas tenían cautivado al público, como cuando mencionó que los soldados se disgustaron con el resultado final o cuando describió que lo más sorprendente para él fue conocer la fuerza emocional de los protagonistas presentes en los conflictos armados, los cuales concluyen en matanzas.
La peluquera (The Hairdresser) de Doris Dörrie fue otra de las cintas extranjeras que conformaron la programación del Festival. La historia se centra en una gordita que lo ha perdido todo excepto la capacidad de amar, reír y, sobre todo, comer. Con una anatomía bastante grande, Kathie (Schmeide) es señalada y discriminada por su sobrepeso que ni empleo le permite obtener. La directora alemana hizo notoria su felicidad por estar en México, vistiendo una blusa de tejido oaxaqueño de colores “muy mexicanos”, diría Dörrie.
Ficción intercontinental
A la proyección de Carlos, último largometraje del director francés Olivier Assayas, asistieron los actores Martha Higareda, que tiene una pequeña participación, y Edgar Ramírez (Domino, 2005; Che! El argentino, 2008), quien interpreta a Carlos, mejor conocido como ‘el chacal’, el terrorista venezolano, miembro de la Organización para la Liberación de Palestina, que se encuentra actualmente en la cárcel. Carlos es uno de los filmes más valiosos proyectados en Morelia que en ningún momento durante sus cinco horas de duración perdió la tensión dramática.
Sound of Noise de Ola Simonsson y Johannes S. Nilsson, proyectada en función de medianoche, pertenece a la lista de las películas más destacadas del FICM. Cuenta la historia de un grupo de terroristas musicales que le dan un nuevo sentido a los sonidos que conforman la vida diaria de una ciudad y cómo su vandalismo juega con la mente de un detective que intenta detenerlos.
Ben Stiller también hizo presencia con una sorprendente actuación que no precisamente encaja en la comedia. En Greenberg, Stiller interpreta a un sociópata que después de haberse mudado de Los Ángeles a Nueva York, decide regresar por un tiempo a California. Tras haber pasado un tiempo en una institución mental, cuida la casa de su hermano, quien se encuentra de viaje. Durante su estancia, Roger Greenberg (Stiller) conoce a Florence (Greta Gerwig), una chica sencilla e inocente que se siente atraída por él, pero él no le corresponde mucho, al menos no como ella lo espera. Lamentablemente, el cine donde se exhibió quedaba un poco retirado, por lo que sólo unos pocos tuvimos oportunidad de verla.
El día de Machete había llegado y la oportunidad de que cientos de personas cumplieran el deseo de conocer a la leyenda chicana, Danny Trejo, se hizo real. Acompañado de su hijo (mucho más guapo que él) Gilbert, el actor de Machete (considerado por muchos como un dios), Trejo, apareció como un simple mortal para compartir la obra más reciente de Robert Rodriguez . Si bien esta cinta no era mi número uno en la lista de películas obligadas, sin duda pertenecía al segundo lugar. La historia se centra en un ex federal mexicano que busca vengar la muerte de su familia. Durante el proceso tendrá que enfrentarse a agentes de “la migra” y políticos que impedirán su rebelión, pero también se topará con hot babes que lo ayudarán a sobrellevar la batalla.
Fernando Trueba presentó su largometraje El baile de la Victoria (2009), el primer trabajo de ficción que hace desde El embrujo de Shanghai (2002). La película está basada en el libro del autor chileno Antonio Skármeta, quien estuvo atento a todo el desarrollo del proyecto, contribuyó con la adaptación del guión e incluso tiene un pequeño papel como crítico de ballet en el filme. “La película es sobre tres perdedores… cuatro, si se cuenta al caballo” dijo Trueba durante la presentación, en la que también destacó la participación del actor Ricardo Darín, su protagonista. Afirmó que él es un actor que no sólo se preocupa por su papel sino por toda el trabajo.
Después de haber visto This Is not a Movie de Olallo Rubio, aún me declaro ignorante sobre los efectos que tuvo en el Festival. Proyectada en una sala casi a reventar, y de estupenda producción, esta cinta únicamente contiene dos buenos elementos, el primero es el excelente soundtrack a cargo de Slash y, el segundo, la presencia de Edward Furlong (Terminator 2, 1991) como protagonista.
Nómadas, dirigida por el mexicano Ricardo Benet, fue otra de las funciones más solicitadas. El filme que aún no está terminado, pero esto no pareció importar para su exhibición, presenta la historia de una mujer solitaria que reside en Nueva York la cual realiza un documental sobre los suicidios en el metro de la ciudad de México y se enamora de un mexicano que limpia su oficina.
Folclore latino y algo más
De las narrativas fílmicas latinoamericanas destaca la historia de amor, de engaños y traición de Contracorriente, dirigida por Javier Fuentes-León. Miguel está casado con Mariela y ambos esperan que muy pronto nazca su bebé. Él se dedica a la pesca y ella a ser ama de casa; ambos parecen estar muy enamorados, excepto por el hecho de que Miguel la engaña con Santiago, un pintor que está de visita y es odiado por toda la comunidad. Miguel se enfrentará a una serie de dilemas que van más allá de su homosexualidad oculta. El amor de estos hombres se verá afectado por circunstancias inesperadas.
García del colombiano José Luis Rúgeles muestra el amor que puede llegar a tener un hombre por una mujer y cómo éste lucha hasta en las peores circunstancias para recuperarla cuando lo cree todo perdido. Protagonizada por Damián Alcázar (El infierno, 2010), la cinta retrata los conflictos del narcotráfico que se viven a diario en Colombia. Para comprender esta situación, Alcázar se mudó durante un mes a la ciudad de Bogotá para convivir con los locales y observar la forma de vida de los trabajadores de esa región.
El director venezolano, Marcel Rasquin, también recibió ovaciones del público después de presentar Hermano, filme que cuenta la historia de dos hermanos, ambos talentosos en el futbol, que pierden a su madre a causa de una bala perdida. Uno de ellos sabe quién es el culpable, motivo que los llevará a una serie de enfrentamientos, hasta entre ellos mismos. Mediante tomas hechas en Super 16mm, Rasquin hizo todo lo que estuvo en sus manos para compartirnos el amor de los personajes hacia este deporte, además de demostrar que un simple objeto como un balón, puede representar muchos retos en la vida.
La generosidad de Tarantino
En la edición pasada, Quentin Tarantino presentó Inglorious Basterds en compañía de Eli Roth (Hostel, 2005) y durante su asistencia compartió su gusto por películas poco conocidas, sugiriendo una posible exhibición en Morelia. Y justo este año sus recomendaciones tuvieron un lugar especial en la programación, tan fue así, que sus propias copias fueron las que se presentaron durante el festival.
El pequeño y valioso ciclo incluyó tres películas: spaguetti westerns ambientados en la época de la Revolución Mexicana, dirigidos por Sergio Corbucci. Uno de ellos, El mercenario (1968) –visto por un porcentaje mínimo de la audiencia- trata sobre un grupo de bandidos guiado por un extranjero (polaco para ser más exactos) con la intención de vencer al ejército mexicano. A pesar de que sus nacionalidades difieren con la ideología de los revolucionarios, el mercenario y el bandido establecen una amistad que los salvará de situaciones adversas.
También se expusieron tres películas de K. Gordon Murray, especialista en doblar y distribuir películas mexicanas de bajo presupuesto a EE.UU. como La momia azteca contra el robot humano (1957) cinta que oscila entre los géneros de la ciencia ficción y el horror, que cuenta la historia de un psiquiatra que descubre que su mujer fue, en otra vida, la mujer de un azteca ahora momificado.
Admirado por un gran número de personas, Tarantino no sólo compartió su colección con el público, también disfrutó de las películas sentado en la sala al igual que el resto de la audiencia. Era casi inevitable recordar su presencia cuando se oían sus enérgicas carcajadas durante la proyección.
Los campeones
En esta ocasión, los siete largometrajes que compitieron fueron A tiro de piedra, dirigido por Sebastián Hiriart, y protagonizado por Gabino Rodríguez (Juntos, 2009) el filme se centra en Jacinto, dedicado a cuidar a sus cabras al igual que su padre, en un pueblito de San Luis Potosí. Un día Jacinto encuentra un llavero e inmediatamente lo relaciona con lo que sueña todas las noches: él destapando un baúl escondido en la nieve. Con la intención de entender estas señales, se dirige a la dirección grabada en el llavero, sin embargo, una serie de obstáculos se interpondrán en su camino.
La muy elogiada fuera de México, Somos lo que hay de Jorge Michel Grau también estuvo seleccionada. La historia de esta familia de caníbales en la búsqueda por sobrevivir se exhibió el día inaugural del Festival.
La gran sorpresa fue el debut de Aideé González como guionista y productora de Tierra Madre, cinta que también protagoniza. Esta es la verdadera historia de una madre soltera que radica en Tecate, Baja California, junto a su novia. Dedicada a la vida nocturna en la frontera, Aideé, la incondicional, la norteña, la stripper, nos permite entrar a su mundo lleno de amor y desilusiones.
Acorazado, escrita y dirigida por Álvaro Curiel; De día y de noche, de Alejandro Molina; Las marimbas del infierno a cargo de Julio Hernández Cordon y Vete más lejos, Alicia de Elisa Miller, fueron otros largometrajes seleccionados.
A muchos sorprendió que se le entregara el premio a Mejor Largometraje a Las marimbas del infierno del guatemalteco Julio Hernández Cordon. Poco se escuchó de éste durante el Festival (a diferencia de Armadillo o Tierra madre, por ejemplo), en parte, quizás, porque fue el último en proyectarse. Mezclando realidad y ficción, el director utiliza el pasado de sus actores para justificar la historia de su guión, una historia sobre la formación frustrada de una banda de metal con marimba. El resultado es bueno, más no notable.
La despedida
El día de clausura se proyectaron siete cortometrajes de reconocidos directores mexicanos, financiados por Tv Azteca, con el tema del bicentenario. Carlos Bolado, María Novaro, Alex Springall, Juan Carlos Rulfo, Antonio Urrutia, Guillermo Arriaga y Carlos Cuarón presentaron sus nociones de lo que es ser mexicano en vísperas del doble aniversario. Destaca el trabajo de Urrutia, por su buen humor, (un niño relata a su abuelo la experiencia candente que acaba de tener con su voluptuosa vecina), el de Cuarón por su excelente edición, (el corto muestra fragmentos contradictorios entre sí de ex presidentes mexicanos dando discursos sobre el progreso, la pobreza, la igualdad…), y el de Arriaga por su honestidad ya que sin recurrir al cliché supo retratar el sentimiento que hoy día une a los mexicanos: la impotencia (un abuelo intenta sacar a su nieto de un pozo, en plena Revolución, en medio de un desierto).
La muy esperada Somewhere, ganadora en Venecia del León de Oro, de Sofia Coppola cerró el Festival. El filme dibuja el vacío existencial de un actor de Hollywood, que se hace aún más notable tras pasar algunos días con su hija. El estilo melancólico con tintes rosas de la película agradará a quienes son seguidores de la directora.