En el norte de México, al interior de dos canchas llaneras juntas -una de futbol; otra de beisbol-, los niños Mauricio (Gael Real) -que ocupa la posición de portero- y Reynaldo (André Real) -que se desempeña como cátcher- se conocen por una coincidencia en torno a una pequeña pelota. Este evento azaroso es el motor que impulsa el inicio de una sólida amistad inspirada en el compañerismo, la solidaridad y el deporte. Ya de jóvenes (Juan Penagos y David Levy), los amigos se aferran al sueño de convertirse en beisbolistas profesionales y se inscriben en la Academia de la Liga Mexicana de Beisbol, sólo para toparse con las envidias, los egos y las adversidades que atentan contra la posibilidad de ganarse un lugar en el equipo. Constantes y obstinados, se mantienen fieles a su propósito al mismo tiempo que entrenan diario hasta convencer al coach (Antonio de la Vega), quien, al percatarse de su talento y compromiso, les ofrece una oportunidad que no desaprovechan y son reclutados por los Sultanes de Monterrey. Ahora, como profesionales, los caminos de Mauricio (José Ángel Bichir) y Reynaldo (Kuno Becker) toman rumbos distintos, amenazando la confianza y la comunicación que existía entre ellos.
108 costuras (2018), dirigido por Fernando Kalife (7 días, 2005), es el habitual filme deportivo, noble y bienintencionado, en el que los éxitos y los triunfos son posibles sin importar las adversidades. Relatos de este tipo resultan cálidos y reconfortantes; pero el conflicto con ellos es que pueden caer en la exageración, introduciendo subtramas forzadas -resolviéndolas de manera apresurada, sin tomarse el tiempo ni la paciencia para exponerlos en pantalla con mayor verosimilitud- y aludiendo continuamente a los chantajes emocionales -un romance adolescente, una enfermedad inesperada que modifica todos los planes del individuo-, aspirando a sorprendernos con lecciones de vida en torno al esfuerzo, el compañerismo, la solidaridad y la amistad. Aunque en el plano visual destaca el trabajo de la cinefotógrafa Hilda Mercado (), cuyo ojo permite visualizar de manera pertinente y eficaz cada uno de los espacios representados, principalmente los campos de entrenamiento y los estadios de beisbol, a nivel sonoro hay una intromisión constante de la música que busca manipular los estados de ánimo de la audiencia, y un uso desproporcionado de la voz en off -principalmente de los cronistas y narradores de los partidos, quienes describen con palabras de manera obvia y evidente las acciones que vemos en pantalla-.
Fecha de estreno en México: 4 de octubre, 2019.