Con el permiso de los líderes, Travis (Ethan Hawke) abandona Red Mountain -un programa ultrasecreto de operaciones ilegales- e intenta recuperar la paz luego de la pérdida de su esposa y de su pequeño hijo, confiando en Frank, su suegro (Rutger Hauer). Jim (Paul Anderson), un empleado de Red Mountain y exmarine que sirvió con Travis en Irak, lo busca para hacerle una sustanciosa cantidad de dinero a cambio de asesinar a Keith (Tyrone Keogh), un agente de la CIA a punto de dar a conocer los secretos de Red Mountain. Travis debe cumplir la misión antes de que el hombre revele las verdades en una cumbre de la ONU, pero fracasa en su intento cuando Lin (Qing Xu), una agente de la Interpol, lo descubre y lo asesina sin dudar. Sin embargo, Red Mountain no ha terminado con Travis, y mediante un complejo sistema -que incluye el uso de una sofisticada droga experimental- lo reviven durante 24 horas para completar la misión, aunque en el camino descubre muchos otros secretos asociados a las muertes de sus seres queridos.
24 horas para vivir (24 Hours to Live, 2017) es un drama de acción que gira en torno a las conspiraciones y crueldades secretas al interior de los gobiernos para proteger sus propios intereses, mantenerse en el poder y sacar provecho de las otras naciones menos desarrolladas. No es un relato inventivo, pero el director Brian Smrz (Hero Wanted, 2008) y los guionistas (Zach Dean, Jim McClain y Ron Mita) parecen genuinamente interesados en superar los clichés del subgénero al introducir un sutil giro de ciencia ficción y establecer a Travis como un hombre diezmado por pecados pasados que tiene la posibilidad -el dualismo de la oportunidad y el castigo- de volver a la vida para corregir esos errores. A partir de ese sutil renacimiento, aunque por muchos puede ser catalogado como “inverosímil”, el director se convierte en un entusiasta de la ultraviolencia, siguiendo a Travis en su salvaje trayecto mientras busca vengarse de todos aquellos que lo traicionaron. Al tener una sólida trayectoria como coordinador de ‘stunts’ en notables filmes del género como Mission: Impossible II (2000) y Live Free or Die Hard (2007), Smrz sabe cómo confeccionar coreografías de combates y reunirlas en secuencias cinéticas plagadas de violencia. No obstante, y de vez en cuando, el director introduce los temas de la culpa, la lealtad y la identidad en breves destellos de introspección del protagonista. 24 horas para vivir ofrece persecuciones y tiroteos con villanos despiadados que le agregan una capa de frialdad que se contrapone a la lucha de Travis con sus demonios internos.
Fecha de estreno en México: 4 de mayo, 2018.