El 10 de octubre de 2010 se estrenó en Estados Unidos el primer episodio de My Little Pony: Friendship is Magic, el más reciente intento de Hasbro por adaptar al cine su línea de juguetes para niñas del mismo nombre. El proyecto le fue encargado a Lauren Faust quien hasta ese momento sólo era conocida por su trabajo en las caricaturas de su esposo, Craig McCracken: Las Chicas Superpoderosas (2001-2005), Mansión Foster para amigos imaginarios (2004-2009) y, recientemente, Wander Over Yonder (2013-presente). A diferencia de otras iteraciones del programa, ella intentó hacer una caricatura que pudiera ser disfrutada por las niñas, pero también por sus padres. Y realmente lo logró porque inesperadamente muchos adultos, en su mayoría hombres, se proclamaron fanáticos de esta serie autodenominándose bronies. El director, Brent Hodge, decidió que la mejor forma de hacer un documental sobre un grupo de fanáticos tan inusual era centrándose en una persona, que al igual que los espectadores, apenas está conociendo lo qué son los bronies; es decir, la actriz de doblaje y cantante, Ashleigh Ball, que presta su voz para dos personajes de la caricatura: Rainbow Dash y Applejack.
La mayor virtud de A Brony Tale es su mayor defecto. Al estar dirigido a las personas que no saben lo que son los bronies y/o que los ven como algo negativo, el documental omite los puntos malos y controversiales del fandom lo que lo hace sentir menos como una muestra objetiva e imparcial de lo que son los bronies y más como una obra con la función de legitimarlos y redimirlos.
JMC (@makoss1)
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Fecha de estreno en México: 27 de marzo, 2015.