Ben (Tye Sheridan), Carter (Logan Miller) y Augie (Joey Morgan), son tres jóvenes amigos que se conocen desde que, siendo niños, ingresaron a una organización de scouts. Augie está orgulloso e ilusionado porque su líder en los scouts (David Koechner) le asignará una insignia especial premiando su desempeño. En cambio, a Carter y a Ben ya no les entusiasma tanto la idea de ser niños exploradores, pues el festival de hormonas propio de su edad instala en su cabeza otras prioridades. La noche en que acampan en un bosque para que Augie reciba su insignia, Ben y Carter se escapan en dirección a una fiesta a la que asistirá Kendall (Halston Sage), la guapa hermana mayor de Carter, de la que Ben está perdidamente enamorado. Al llegar al pueblo se encuentran con que una horda de zombis está arrasando con el lugar. Con la ayuda de Denise (Sarah Dumont), una aguerrida camarera de un club de striptease, los jóvenes scouts, a los que más tarde se les unirá Augie, tendrán que echar mano de sus habilidades para enfrentar a los muertos vivientes y aprender una lección sobre la amistad y el trabajo en equipo.
Ante la abundancia de filmes sobre zombis, una de las vetas que el cine de los últimos años ha explorado en un intento por reinventar el género es la del tratamiento humorístico. Siguiendo la estela de filmes como Zombieland (Ruben Fleischer, 2009), el director Christopher Landon (Paranormal Activity: The Marked Ones) propone una comedia de terror cuya particularidad radica en el tipo de humor por el que apuesta, y que en este caso se desprende directamente de las llamadas teen sex comedies, de la que es emblemática un título como American Pie (Adam Herz, 1999). Dicho esto, los hilos de la acción que configuran la trama son tan simplistas como las motivaciones de sus personajes: consumar triunfalmente el estreno de su vida sexual, meta que se ve amenazada por un ejército de muertos vivientes. Tal como se puede esperar de una premisa tan básica. Los recursos del filme para provocar la risa del espectador se ubican en las antípodas del humor inteligente, y se basan en la explotación de tópicos escatológicos y sexuales en su expresión más burda. Si bien hay algunos puntos de originalidad que consiguen apartarse de esta premisa –como la escena de los gatos en la que se explora el efecto zombi en los animales, o aquella en la que Augie y Carter entonan una canción de Britney Spears para enfrentarse a uno de estos muertos vivientes–, la constante que impera a lo largo de la película es la de la vulgaridad que busca la carcajada fácil apelando a los instintos más básicos del espectador, un afán que intenta ser redimido, quizá demasiado tarde, con el sensible mensaje sobre la amistad y la solidaridad al momento del desenlace.
Fecha de estreno en México: 13 de noviembre, 2015.