Tom (José Garcia) está encantado de llevar a su familia de vacaciones en su nuevo automóvil, pero su esposa, Julia (Caroline Vigneaux), no está de acuerdo con que Ben (André Dussollier), el imprudente padre de Tom, los acompañe en este viaje por carretera. Exasperada por el comportamiento de Ben, Julia le pide a Tom que dé vuelta para tomar otro camino, pero una inesperada falla mecánica en el control de la velocidad impide que el coche pueda ser frenado. Tom no tiene otra opción que seguir al volante, mientras el automóvil continúa su trayecto por la carretera a 160 km sin la posibilidad de parar.
Después de sus exitosas comedias Babysitting (2014) y Babysitting 2 (2015), Nicolas Benamou está lejos de brillar con este filme que promete un tono de humor angustiante. A toda velocidad (À Fond, 2016) es tosco y torpe, carente de ingenio y sin emoción. El guion, que transmite una sensación de pesadez y artificialidad en su escritura, construye los personajes en base a estereotipos unidimensionales. Un abuelo ansioso ante la idea del envejecimiento que adopta actitudes ridículas e inmaduras para mantenerse joven, es un ejemplo de cómo Benamou caricaturiza a sus personajes y banaliza sus motivaciones y preocupaciones. El filme no es lo suficientemente espectacular y poderoso como propuesta de cine de acción; tampoco es ocurrente y jovial como comedia; y los personajes no logran ser emotivos ni memorables como la familia variopinta y disfuncional a bordo de una combi amarilla en Little Miss Sunshine (2006). Después de un irritante, embarazoso y vacío prólogo de casi 20 minutos, A toda velocidad comienza su viaje con una serie de desastrosos gags que se repiten continuamente a lo largo de muchos kilómetros de recorrido.
Fecha de estreno en México: 19 de mayo, 2017.