El tema central: la relación entre Jorge y Natan. El pretexto: un viaje al Caribe mexicano. El resultado: un imponente y hermoso retrato de un lugar en donde la ley de la naturaleza impera, además de una delicada exploración de los sentimientos que hay entre un padre y un hijo que están a punto de despedirse para separarse geográficamente.
La segunda película de Pedro González-Rubio reafirma su sensibilidad para aproximarse a las historias emocionalmente complejas. Alamar se mueve perfectamente entre la delgada línea que separa a la ficción del documental, superando esta nueva corriente. Una de las mejores películas mexicanas de las últimas décadas.
SOR (@SofOchoa)