Con esa pasión que tienen los franceses por filmar situaciones que suceden a espaldas del maestro en los salones de clase, el director tunecino, Michel Boujenah (3 amis), presenta a sus protagonistas de Amor en braile, dos doceañeros en una típica situación de “me gusta pero no me pela”. Él, Victor (Jean-Stan Du Pac) es huérfano de madre, su padre es mecánico y es un desastre en la escuela; además, a menudo le toca aguantar el papel de patiño de los profesores. Marie (Alix Vaillot) es una de esas niñas que desborda talento para la escuela, en la música con el chelo, pero en las relaciones interpersonales prefiere mantenerse solitaria. Sus padres, ambos dedicados al arte, están divorciados; la dejan mucho tiempo sola y ella queda más bien a cargo de una nana. Pero eso no merma su actitud positiva ante todo. Tampoco lo hace su degenerativa enfermedad de los ojos que la dejará sin el sentido de la vista. Talentosa y calculadora, ha planeado una vida alrededor de la música, pero su padre se empeña en interrumpir este camino y enviarla a un instituto de salud concentrado en atenderle los ojos.
Amor en braile toma la fórmula de las comedias románticas y las historias del paso de la niñez a la juventud, y la adereza con una historia semiheroica sobre el crecimiento personal de una mujer que se enfrenta a la inminente discapacidad, torciendo así la fórmula y dotándola de dimensiones, sin dejar de ser simpática y ligera. La camaradería y el amor, gracias a esto, cobran otra profundidad y otro sentido al más superficial que solemos ver en este tipo de filmes, gracias al centro tan luminoso que conduce la vida de Marie. A pesar de la devastadora tormenta que se le viene a la preadolescente, Boujenah protege su dignidad y elimina la lástima como recurso para despertar sentimientos en el público. Al contrario, ella aparece inmóvil en el centro del húmedo remolino y son los otros los que se revolucionan a su alrededor. Y es justamente ese sentido del bien que la guía, combinado con la belleza que ella se ha procurado a su alrededor, sobre todo a través de la música, lo que termina por sublimar el mensaje del filme.
Fecha de estreno en México: 6 de julio, 2017.