Michael (Liam Neeson) es un escritor, cuyo proyecto más reciente ha sido rechazado por su editor, por lo que decide viajar a París para replantear su carrera y su vida, abandonando a su esposa (Kim Basinger) en Estados Unidos y reencontrándose con su joven y bella amante, Anna (Olivia Wilde). Por su parte, Sean (Adrien Brody) se encuentra vagando por las calles de Roma; al interior de un bar se hace amigo de Monika (Moran Atias), una misteriosa mujer rumana que busca recuperar a su hija de una mafia de traficantes de personas. Finalmente, Rick (James Franco) vive en un lujoso apartamento de Nueva York con su novia (Loan Chabanol) y su pequeño hijo que tuvo en su anterior matrimonio con la conflictiva e irresponsable Julia (Mila Kunis), quien con la ayuda de una abogada llamada Theresa (Maria Bello) pretende recuperar la custodia del niño.
El director y guionista estadounidense, Paul Haggis (Million Dollar Baby, 2004; Casino Royale, 2006), adquirió gran prestigio y reconocimiento en Hollywood luego de ganar dos premios Oscar (Mejor película y Mejor guión original) con Crash (2004), un filme sobre cómo las vidas de distintos habitantes de Los Ángeles se entrelazan después del hallazgo de un cadáver, ocasionando una serie de tensiones raciales, religiosas y sociales entre los personajes involucrados. Ahora, en Amores infieles (2014) –el título original es Third Person, aludiendo a la técnica que emplea el personaje de Michael para escribir su diario y su nuevo libro refiriéndose a él mismo en tercera persona–, Haggis recurre nuevamente a las múltiples narrativas y, aunque en un principio el ágil y dinámico trabajo de edición permite saltar con soltura de una historia a otra, el guión es poco convincente y forzado cuando ambiciona conectar los tres relatos –que ocurren en ciudades distintas– reflejando varios huecos en los vínculos espaciales y temporales que conectan a unos personajes con otros. Haggins es paciente para revelar los secretos de sus personajes, pero cada uno de ellos recibe un tratamiento poco profundo e insuficiente para identificarse con sus sentimientos, preocupaciones y complejidades. La conclusión responde más a un capricho del guionista y director que se traduce en un desenlace inverosímil; Haggis opta por una salida fácil que pretende esconder bajo el atractivo y misterioso recurso de la metareflexión al dejarle toda la responsabilidad al personaje de Liam Neeson para que él decida poner en su lugar a los personajes y a él mismo.
LFG (@luisfer_crimi)
Consulta horarios en: Cinépolis, Cinemex
Fecha de estreno en México: 20 de marzo, 2015.