Tras el éxito de su cinta, Precious (2009), Lee Daniels dirigió The Paperboy, libre adaptación de la novela homónima de Peter Dexter. Este drama de corte noir es narrado por una sirvienta negra, quien retrocede en el tiempo para contar la experiencia del periodista James Ward, (Matthew McConaughey), un hombre decidido a descubrir –y escribir en un artículo, posteriormente– la injusticia detrás del encarcelamiento de un hombre condenado a muerte, Hillary Van Wetter (John Cusack), quien es acusado de asesinar a un sheriff. Junto con su asistente (David Oyelowo), Ward recibirá ayuda adicional de su hermano Jack (Zac Efron) y de la estilista Charlotte Bless (Nicole Kidman), mujer enamorada del prisionero después de haber intercambiando con él correspondencia por largo tiempo.
Conforme avanza la trama, el contenido dramático -rodado bajo una textura visual atractiva y a veces, montado mediante cortes bruscos -se vuelve increíblemente absurdo, tan extremo y turbio como el pantano donde vive el personaje interpretado por John Cusack o el secreto que lleva a cuestas el periodista Wand (que permite observar la ardiente energía de McConaughey al encarnar a un personaje profundamente oscuro). La película se ahoga en sus propios excesos; por ejemplo, se hace hincapié en desarrollar el enamoramiento de Jack con Charlotte y las tensiones raciales prevalecientes en los años sesenta y así la investigación, que da inicio a todo, se ve eclipsada. Asimismo, en el afán de potenciar el entorno sexual del relato, Lee roza el delirio absurdo, de comedia involuntaria –basta mencionar la escena de la masturbación a distancia entre Kidman y Cusack en una visita a la prisión-. Una cinta desigual cuya dirección no es capaz de prolongar el surrealismo narrativo que propone sin caer en el desorden de sus propias aspiraciones.
JAR (@franzkie_)
Consulta los horarios en: