El ingenioso detective Hercule Poirot (Kenneth Branagh) se embarca en el Expreso de Oriente –tren de larga distancia que unía París con la antigua Constantinopla– con el único propósito de tomarse un descanso del trabajo después de varios casos. Sin embargo, durante el trayecto, Poirot se encuentra en medio de una encrucijada: un hombre prominente y rico que también viaja en el tren teme por su vida y le pide a Poirot que lo proteja. El detective simplemente se encoge de hombros ante la súplica desesperada, pero se ve obligado a volver a evaluar la situación cuando el hombre es encontrado muerto a la mañana siguiente. Con solo una docena de otros pasajeros en el tren, Poirot debe investigar cuidadosamente los viajes personales de cada persona a bordo. Una tormenta de nieve lo ayuda a mantenerlos confinados el tiempo suficiente para realizar un examen completo de la situación.
Hace poco más de cuatro décadas, el director Sidney Lumet reunió un encantador elenco (incluyendo a Ingrid Bergman, Albert Finney, Lauren Bacall, Sean Connery y Anthony Perkins) para llevar a la pantalla grande Murder on the Orient Express (1974), filme que imitó irregularmente la red de intriga tan profunda, tan engañosa y tan laberíntica que solo Agatha Christie podría haber tejido. Esta nueva adaptación de la novela de la escritora británica presenta las mismas dificultades y sólo ofrece un marco superficial de las confabulaciones y misterios. Kenneth Branagh –quien, además de protagonizar, dirige el filme– reúne a un equipo de talentosos actores (Judi Dench, Michelle Pfeiffer, Johnny Depp, Penélope Cruz, Daisy Ridley, entre otros), pero nunca les ofrece el tiempo suficiente para que brillen en pantalla dando la sensación de que, más allá de cargar con el rol protagónico, Branagh quiere robarse el show dotando a su personaje de una sagacidad mental, destreza física y destellos de humor exagerados, mientras que el resto del elenco permanece oculto. Desde la escena de apertura, el director y el cinefotógrafo Haris Zambarloukos (Cinderella, 2015) presentan un mundo majestuoso y bellamente anticuado que incluso está filmado en Panavision 65mm; el resto de las secuencias y encuadres se encargarán de destacar los paisajes, los decorados del tren y los vestuarios de los personajes, pero el ritmo, los misterios y la resolución del caso nunca están a la altura del fascinante aspecto visual.
Fecha de estreno en México: 10 de noviembre, 2017.