Sirviendo a la Armada Rusa, Mikhail (Matthias Schoenaerts) es, ante todo, un hombre de familia que atiende las necesidades de su pequeño hijo, Misha (Artemiy Spiridonov) y su esposa embarazada, Tanya (Lea Seydoux). Cuando el deber llama, Mikhail se reporta al Kursk, un submarino masivo que transporta una gran cantidad de torpedos inestables, preparándose para reingresar a las profundidades con fines de entrenamiento, probando armamento y mostrando el poder ruso. Cuando uno de los torpedos explota, provoca daños importantes dentro del submarino, enviándolo al fondo del mar, obligando a los sobrevivientes a encontrar un espacio seguro y esperar un posible rescate. En casa, Misha se entera del accidente, pero las autoridades se niegan a ofrecer información sobre la tripulación, dejando a los familiares de los afectados frustrados y enojados. Mikhail se esfuerza por encontrar una salida a la situación, tomando el control de los suministros y escuchando los esfuerzos navales para restablecer el orden. Esperando en aguas internacionales está David (Colin Firth), un oficial superior de la Royal Navy que está siguiendo el desastre, preparado para montar un rescate sin importarle que pueda ser rechazado por los funcionarios rusos.
Atrapados: Una historia verdadera (Kursk, 2018), el recuento de Thomas Vinterberg (Festen, 1998; The Hunt, 2012) de la tragedia del K-141 Kursk -un submarino nuclear de la Armada de Rusia perdido con toda su tripulación en el mar de Barents el 12 de agosto de 2000-, pretende ser tanto una película de desastre como un recuerdo de la grave incompetencia de la armada rusa, cuya renuencia a aceptar ayuda internacional resultó en muchas muertes innecesarias. Si bien el filme carece de la profundidad suficiente requerida para un drama histórico verdaderamente efectivo, funciona como un thriller bien montado y ocasionalmente apasionante, aunque un tanto formulista. El cineasta danés, más conocido por sus estudios íntimos y profundos de personajes, logra confeccionar una historia muy humana a partir de los restos del evento. Nos encontramos con varios marineros mientras luchan para llegar a fin de mes para financiar una boda, vendiendo equipos marítimos cuando sus salarios no se pagan. Fue un período de gran agitación económica en Rusia, resultado de la corrupción masiva, las políticas defectuosas y la indiferencia occidental. Sin embargo, para estos submarinistas, el orgullo de su trabajo y la camaradería fraterna los vincula directamente con la gran historia militar de su nación. Atrapados: Una historia verdadera es tanto un juego de espera como una carrera contra reloj. Incluso antes de emprender su viaje desafortunado, estos hombres están esperando una serie de pagos que se han prolongado y una vez que están atrapados en el lecho marino, deben esperar un poco más, ya que el tiempo se escapa rápidamente. En su entorno confinado y hostil, todas sus esperanzas y miedos, todos sus tristes sueños y esfuerzos inútiles, adquieren una encapsulación altamente presurizada de la condición humana que desemboca en una tez existencial desgarradora. El otro enfoque de la película -los temas de malversación política, la interferencia de los medios y la proliferación de noticias falsas-, aunque no logra elevarse más allá de la superficie, lanza ecos relevantes para la época actual, pero es la tragedia de lo que ocurrió bajo las olas lo que resuena aquí, así como el comportamiento repugnante de aquellos que se negaron a ayudar.
Fecha de estreno en México: 13 de septiembre, 2019.